Últimamente se están poniendo de moda las hamburguesas, solo hay que ver la de restaurantes nuevos que se están abriendo en los que podemos encontrar una carta bastante extensa de ellas. Sin ir más lejos, en Madrid hace poco que ha abierto Nimú Bar&Grill, donde Rodrigo de la Calle, conocido chef con una estrella Michelin, presenta una carta en la que las hamburguesas son la estrella.
También hay tiendas especializadas en ellas, como Hamburguesa Nostra, una cadena con varias tiendas en la provincia de Madrid, donde ofrecen 30 variedades distintas de hamburguesas.
Tanto de las hamburguesas de Nimú como de las de Hamburguesa Nostra me han hablado muy bien, pero no he tenido la oportunidad de probarlas, cuando lo haga os informaré de ello.
Quizás estos años atrás se ha demonizado un poco el consumo de hamburguesas, poniéndole incluso el calificativo de comida basura, en parte porque en las grandes cadenas de este tipo de comida, prima el precio ante la calidad y habitualmente te sirven una hamburguesa quemada y seca, en el mejor de los casos, con un poco de lechuga y tomate, dentro de un mini panecillo de pan, con salsas que también dejan mucho que desear.
Desde luego para nada estoy de acuerdo con ese calificativo de comida basura, prefiero llamarla comida rápida (más conocido en inglés como fast food), ya que considero que una hamburguesa, con una carne de calidad, acompañada de lechuga, tomate o cualquier otro vegetal y con un panecillo libre de grasas hidrogenadas, es una comida no solo rica, también sana y completa.
Por todo lo expuesto anteriormente, al final suelo optar por hacer mis propias hamburguesas. Tampoco resulta una tarea fácil, ya que el principal ingrediente es la carne y si no tenemos picadora en casa, tenemos que comprarla picada. Si cerca de casa contamos con una carnicería de confianza, donde la carne es de buena calidad y además nos la pican en el momento, solucionado, pero no siempre es así. Lo habitual es que al hacer nuestra compra semanal en el súper, queramos llevarnos también la carne para hacer las hamburguesas. Aquí empezará nuestro calvario, miramos la etiqueta para ver de qué tipo de carne se trata y… lo primero que vemos es: carne de vacuno 93 %, ¡joder! ¿Entonces el otro 7 % qué es? Continúo leyendo y veo que el 7% restante se lo disputan: hortalizas/vegetales 4% (trigo, maíz, patata, ajo, cebolla). Todavía falta un 3%, seguimos leyendo: sal, dextrosa, especias, antioxidantes (E331, E-300), conservadores (sulfito sódico E-221, metasulfito E-224), carmín cochinilla E-120. Como veis, lo que era un producto natural sin gluten, lo convierten en un producto con gluten y por tanto ya no lo pueden consumir los celiacos.
Como no me ha convencido, continúo mirando en el lineal y me paro ante otro paquete de carne picada. Leo: carne de vacuno (69%); vamos de mal en peor, a ver en este caso el 31% de que se trata: agua, proteína de soja 4%, almidón de patata, fibras vegetales, fermentos, dextrina, extracto de especias, conservante sulfito de sódico E-221, antioxidante E-331, colorante E-120.
En primer lugar, quiero dejar claro, que no creo que ninguno de esos productos sean perjudiciales para la salud, porque además algunos de ellos son de origen natural, pero quiero hacer mis hamburguesas con carne y quiero que sepan a carne u otra cosa en el caso que decida añadirle algún otro producto, pero no a salchichas, como habitualmente ocurre. Da igual donde compres la carne picada, que sea de cerdo o ternera que prácticamente en todos los sitios tiene el mismo sabor, ese sabor a salchicha y el color rosa de la cochinilla. Debe saber a carne y su color aunque no sea tan atractivo, debe ser el de la carne.
También soy consciente de que queremos comprar carne picada que dure 10 días y que además el último día tenga el mismo color que tenía en el momento que la picaron y eso evidentemente no puede ser, salvo que se le añadan todos esos conservantes, antioxidantes y colorantes. Por tanto, tambien los consumidores somos responsables de esto.
Quizás por todo lo expuesto anteriormente, comerme una hamburguesa a la plancha hecha de carne, a la que tan solo le añadido un poco de sal me parece un bocado exquisito y no concibo que cada vez sea más difícil acceder a ello, salvo que decidas hacerlas tú en casa y con una carne que hayas picado momentos antes.
Esto pretendía ser una entrada con una receta de hamburguesa, pero ante el cariz que ha tomado la entrada, dejaremos para próximos días dicha receta.
Hace un tiempo en Madrid le pedí al carnicero carne picada en un supermercado. Me dijo que la cogiera del lineal, que acababa de limpiar la máquina. "Yo quiero carne, y no preparados con más cosas, me la puedes picar, por favor?" Me dijo que los añadidos eran tan sólo para conservar, que les obligaban a ponerlos... No me picó carne. Vaya carnicero. Es una pena que a veces cueste tanto encontrar productos que deberían ser básicos en nuestros supermercados... gracias por el post
ResponderEliminarPues yo compro la carne en un par de puestos del mercado de Maravillas (Bravo Murillo 122, Madrid) y estoy encantado con ello. La pican en el momento e incluso uno de ellos tienen hamburguesas preparadas por ellos mismos (excelentes).
ResponderEliminarSiempre que sea posible, es mejor comprar los frescos (carne, pescado, fruta, etc.) en puestos tradicionales mejor que en supermercados. Además, podrás comprar la cantidad que quieras y no el paquete envasado.
Yo tengo la suerte, en este caso concreto, de vivir en un pueblo con varias carnicerías, una de ellas excelente, y dónde no tienen problema en picarme la carne de ternera o de pollo, que se la pido muy a menudo.
ResponderEliminarMe ha encantado la entrada.
Un abrazo
comprarla en carniceria y q te la piquen pues está genial,lo que pasa,y lo digo por mi,que por el ritmo de vida que llevamos,vas al super y quieres comprar todo alli,ya que disponemos de poco tiempo.no tener que ir de un sitio a otro comprando cosas:carniceria,fruteria,pescado..
ResponderEliminarNosotros probamos hace unos años las hamburguesas de la marca Nostra, las hacen ellos y tienen de diferentes tipos pero no nos gustaron. La carne suelta mucha agua y la hamburguesa se encoge quedando muy gorda. Además el sabor, en nuestro caso de queso no se notaba nada.
ResponderEliminarQuien sabe, a lo mejor han mejorado la técnica..
Mi carnicero tiene una asombrosa variedad de hamburguesas preparadas por él: de pollo, de carne con espinacas, de ternera con bacon, con pimientos... Se me hace la boca agua
ResponderEliminarYo desde hace poco tiempo las hago en casa con carne picada recien picada de la carnicería y estoy notando muchísimo la diferencia
ResponderEliminarTe dejo mi nueva dirección del blog porque me he mudado pero me llevé todo lo que tenia en el anterior
http://losblogsdemaria.blogspot.com/
Nosotros no somos muchso de hamburguesas.. las ultimas las he preparado yo con carne picada para algun !" no se que hacer"
ResponderEliminarAnita Cocinitas: ahí radica el problema, que la del lineal muchas veces además de conservantes, antioxidantes y colorantes lleva otros añadidos, si no como te explicas que la carne sea el 69%.
ResponderEliminarAnónimo: es lo mejor, pero la mayoría no tenemos un mercado cerca.
ResponderEliminarBrétema: me alegro que te haya gustado la entrada, tan solo quería reflexionar en voz alta sobre esto.
ResponderEliminarEspe: eso es lo que nos pasa a la mayoría, que vas al super y quieres hacer toda la compra en el mismo sitio.
ResponderEliminarComida para llevar: ayer también me dijo un amigo que eran bastante caras. Tengo previsto una visita y ya os contaré.
ResponderEliminarClara: dinos dónde está ese carnicero que le hagamos una visita.
ResponderEliminarLos blogs de María: al final es lo mejor, así las haces a tu gusto. Gracias por dejarnos tu nueva dirección.
ResponderEliminarMRTE: pues nada, a hacerlas más, con una buena carne es un buen plato
ResponderEliminarEn el fondo los consumidores somos los culpables, comemos por la vista y para conservar ese color después de varias horas e incluso días no queda otra que ponerle ciertos productos que además hacen la masa más compacta que si picamos nosotros un trozo de ternera sin nada más que un poco de sal.
ResponderEliminarBesos.
La cocinera de Bétulo: es el peaje que hay que pagar por tener una carne bonita y que aguante días y días. Los consumidores tenemos mucha culpa, pero también muchas carnicerías, sobre todo las de las grandes superficies, se quieren ahorrarse al carnicero teniendo todo ya envasado y además evitan pérdidas. Matan dos pájaros de un tiro, el consumidor tan contento con esa carne que dura y dura y además no pierde su buen aspecto.
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