Tapas&Blogs en Ourense

Hasta ahora todos los eventos organizados por Tapas&Blogs a los que había asistido habían tenido lugar en la Comunidad de Madrid. Sin embargo, el último de ellos ha sido en una ciudad preciosa y llena de sabores maravillosos, Ourense.

Bajo el hashtag #saboresdeourense pudimos disfrutar de un fin de semana plagado de actividades en torno a la gastronomía, aunque también hubo tiempo para la cultura y la relajación.

Alfonso de Recetas de Rechupete es, sin duda, uno de los mejores embajadores que tiene la ciudad de Ourense en Madrid. Llevaba tiempo detrás de esta iniciativa y llegó el momento de que gracias a Turismo de Ourense la pudiese llevar a cabo.

La jornada empezó el viernes a medida que fuimos llegando al Hotel Carrís, donde estaba nuestro punto de encuentro y el lugar de alojamiento. A los blogueros que íbamos de Madrid ya los conocía, sin embargo, se unieron otros de distintos blogs de Galicia, aunque a la mayoría los conocía virtualmente, pude conocerlos en persona y ponerles cara. En estos encuentros lo mejor que te traes es un motón de buenas sensaciones y buen@s amig@s.

La noche empezó con una visita nocturna a la ciudad, donde recorrimos sus calles y pudimos admirar los monumentos más emblemáticos del casco viejo. Sin duda, las ciudades monumentales de noche tienen un encanto especial.

A continuación, al mismo tiempo que paseábamos por sus calles animadísimas, empezamos a degustar estupendas tapas que acompañamos con vinos de la zona, como no podía ser de otro modo. Pasamos por O Lume, donde probamos sus empanadillas de boletus. Siguiente parada: A Tarazana, aquí nos esperaban dos tapas de lujo: una tapita de ciervo con puré de castañas y la tapa que han presentado a la 5ª edición del concurso de pinchos, tosta de porco celta sobre níscalos. La última parada fue en Fontefría, donde tomamos una magnífica empanada y unas anchoas ahumadas que fueron una auténtica delicia por su sabor y por su tamaño.

Como viene siendo habitual en los encuentros Tapas&Blogs, también hubo momento gin tonic, en este caso en Tragaluz, donde pudimos degustar unos estupendos combinados y nos echamos unas risas.

Aunque no dormimos mucho, nos levantamos con ganas porque el sábado era el plato fuerte de estas jornadas.

Tras el estupendo desayuno en el hotel y cargar, no solo nuestras baterías, sino también las de la cámara y el móvil, nos dirigimos de nuevo al casco antiguo de Ourense para realizar una estupenda visita por sus calles, en esta ocasión a plena luz del día.

Me sorprendieron mucho las termas. Según nos dijeron, tienen contabilizados más de 100 manantiales de aguas termales, donde sale el agua a 62º, por tanto para poder bañarte es necesario enfriar el agua. Me reconforta pensar como se tiene que estar en una de estas termas, como esta que se encuentra en plena calle, metido hasta el cuello en el agua un  día de frío, lluvia o nieve.

A continuación nos dirigimos al auditorio de Ourense. Fuimos andando, porque es lo bueno que tienen las ciudades pequeñas, que puedes ir andando a muchos de sus lugares al mismo tiempo que disfrutas del paseo por sus calles. En el auditorio, nos esperaba el Chef Flavio Morgantin, del Restaurante Galileo, que fue el encargado de cocinarnos en directo los estupendos productos gallegos que allí pudimos degustar. También se encontraban los representantes de algunos de esos productos para hablarnos de ellos.

El primer producto que nos presentaron fue el Pan de Cea, primer pan en obtener por parte de Unión Europea la Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.). Se trata de un pan que se sigue haciendo de forma artesanal porque el Consejo Regulador es muy estricto con las normas de elaboración. Actualmente son 17 los hornos que lo elaboran. Se vende incluso fuera de Galicia ya que es muy apreciado. Si lo vemos en algún punto de venta, nos tenemos que fijar es que incorpore la pegatina numerada del Consejo Regulador Pan de Cea.

El siguiente producto fue el vino A Pita Cega, se trata de un vino biodinámico, cuyas viñas están enclavadas en un entorno maravilloso y que crecen en armonía con la naturaleza, evitando el uso de cualquier pesticida, herbicida o conservante que no sea natural. Sus botellas son de vidrio reciclado y pintadas a mano.

Si hay un fruto ligado a Galicia son las castañas, que aunque su temporada es corta, gracias a Cuevas podemos degustarla a lo largo de todo el año en forma de Marron Glacé. Nos hizo un recorrido por toda la historia de esta empresa desde el origen hasta el día de hoy. Actualmente las castañas son utilizadas por los chef en la alta cocina para la elaboración de muchas de sus recetas. Las castañas son otros de los productos que cuenta con la I.G.P.

Manuel Castro, enólogo de la bodega Viña Costeira, nos introdujo en un vino que para mí hasta entonces era desconocido, el vino tostado. Se trata de un vino que prácticamente ya no se elaboraba en Galicia y que se está recuperando. Es un vino dulce elaborado con uvas treixadura pasificadas a cubierto durante tres meses.

Después de la presentación de los productos, vino el turno de cocinarlos y degustarlos. Flavio Morganti nos preparó en directo la mayoría de los platos que pudimos probar. Entre ellos se encontraban el tartar de vaca gallega, las empanadillas esféricas, la gelatina con boletus, el caldo gallego, los raviolis de grelos con lacón, los boletus chips, el consomé de vaca, el cocido gallego, el chuletón de vaca gallega y su pulpouriensis. Esta última es una receta de pulpo que Flavio presenta con una estupenda aceite de oliva virgen extra con oro. Nos trajimos para casa la receta y el aceite, así que pronto la haremos.

En los postres estuvieron muy presentes las castañas: bañadas de chocolate blanco y chocolate negro, asadas, en salsa de toffee y en marron glacé. También pudimos degustar la bica (bizcocho típico gallego) y los estupendos dulce sefardíes de la Tafona de Herminia.

Después de este maravilloso menú llegó el momento para la relajación. Nos dirigimos a las Termas de Outariz, que son una termas japonesas en pleno Ourense. Si pasáis cerca de esta ciudad, no dudéis en hacer un alto en el camino para disfrutadlas. Los precios son muy económicos. Si queréis saber más, podéis consultar su web, ya que de aquí la única foto que tengo es esta que nos hizo uno de los encargados porque todos llegamos al acuerdo de dejar fuera nuestras cámaras. Dentro del agua pudimos tomar un té verde y una pequeña merienda tipo japonesa, aunque no era fácil meter más comida en el estómago.

Después del baño en las termas y de un masaje de 15 minutos, nos fuimos al hotel a cargar baterías y descansar un par de horas antes de poner rumbo a nuestra siguiente actividad, que era la cena en el restaurante A Taberna. Aquí también disfrutamos de platos donde predominaban los ingredientes de la zona, regados con vinos gallegos, donde resaltó el Issué, que el propio enólogo de la bodega nos presentó.

Tras la  cena volvimos andando al hotel, lo que nos permitió disfrutar de nuevo de las calles de Ourense y al mismo tiempo bajar la comida.

Al día siguiente de vuelta a nuestros respectivos destinos; eso sí, cargados de un montón de buenos recuerdos y sensaciones y con un montón de productos con los que nos obsequiaron para poder seguir degustándolos en casa, así como dos magníficos libros de recetas que a buen seguro nos servirán de inspiración para las nuestras.

No quiero terminar sin agradecer a todas las personas que han hecho posible que este evento haya tenido lugar y que hayan contado con nosotros, muy especialmente a Alfonso de Recetas de Rechupete y a Ourentur, así como a las personas que nos acompañaron durante el evento.