No entiendo como hay gente que les gustan los pimientos asados y no los hacen en casa aduciendo que es engorroso. El único "pero" que le podemos poner es a la hora de pelarlos después de asados. Si cuando los vayamos a asar se encuentran con la piel tersa, los pincelamos con aceite y cuando los sacamos del horno tenemos la precaución de dejarlos tapados con un paño limpio para que suden, esta tarea será sencilla de llevar a cabo.
A cambio tendremos unos pimientos que podemos conservar en el frigorífico durante varios días para hacer multitud de platos, aunque mi forma preferida de comerlos es en ensalada.
Normalmente hago la ensalada con atún, pero hoy he preferido hacerla con salmón. Para ello lo hemos asado por fuera, dejándolo bastante crudo por dentro. Esto se hace muy bien con un soplete de cocina, un utensilio que ha saltado de las cocinas profesionales a nuestras casas y que es muy fácil de encontrar y utilizar, además de asequible desde el punto de vista económico. En el caso de no disponer de él, siempre podemos asarlo en una plancha muy caliente por todos los lados y durante muy poco tiempo para que nos quede ese punto de poco hecho por dentro.
Es imprescindible terminar este plato con un buen aceite de oliva virgen extra.
Ingredientes:
- 3 pimientos rojos.
- 1 cebolleta.
- Hojas tiernas de lechuga.
- Brotes de eneldo.
- Sal en escamas.
- Aceite de oliva virgen extra.
- 4 porciones de lomo de salmón.
Elaboración:
Lavar bien los pimientos y secarlos con papel de cocina. Pincelarlos con aceite de oliva y ponerlos en una fuente resistente al horno.
Precalentar el horno a 180º y asar durante 50 minutos. Cuando lleven 30 minutos dar la vuelta a los pimientos.
Cuando termine el tiempo programado, sacar del horno, tapar con un paño limpio y dejar templar.
En cuanto la temperatura lo permita, pelar los pimientos y quitarlas las semillas. Reservar junto al líquido de cocción colado.
Limpiar bien el salmón de piel y espinas y pasar bajo un chorro de agua fría. Secar bien con papel de cocina.
Poner en la base del plato el pimiento asado y encima el salmón. Asar el salmón con la llama de un soplete. Nos tiene que quedar asado por fuera y poco hecho por dentro.
Disponer sobre el pimiento la cebolleta, las hojas de lechuga y los brotes de eneldo. Terminar con chorro generoso de aceite de oliva virgen extra y sal en escamas.
Que colorido tiene esa ensalada, menuda pinta! Mi madre asa pimientos en casa porque la encantan, y es verdad que lo único más complicado es pelarlos. Un beso!
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