Desde que estoy en el pueblo no paro de comer tomates buenos y recién cogidos de la huerta, no doy abasto, ensaladas de todo tipo, salmorejo, gazpachos… de todas las formas posibles.
Lo cierto es que no me gusta mucho repetir, así que siempre estoy buscando platos nuevos o dando un toque diferente a algunos que ya he hecho. Aquí está esta ensalada de tomate y queso mozzarella que aliñamos con un aceite de albahaca muy sencillo de preparar y que podemos utilizar para otros muchos platos. Además que por el color verde que presenta a la vez que aromatiza los platos nos ayuda en su presentación, haciéndolos más apetecibles. Si nos sobra aceite, la podemos conservar en el frigorífico, tan solo tenemos que sacarla unos minutos antes de utilizarla para que pierda frío y se licue de nuevo. El único inconveniente es que pierde un poco de color por la oxidación, de ahí que en la foto tenga un color ligeramente pardo, ya que llevaba varios días hecha.
Evidentemente por mucha presentación y armonía en los ingredientes, sin un buen producto no se sostiene ningún plato. Por eso es primordial, sobre todo el tomate, que es ingrediente principal, sea de calidad. Si utilizamos productos de temporada, tendremos más fácil que sea así, además de resultar más económicos y ayudar a la conservación del medio ambiente.
Ingredientes:
Elaboración:
Poner agua en un cazo y cuando comience a hervir echar la albahaca. Dejarla unos segundos y pasar a un recipiente con agua con hielo. Sacar, escurrir y secar con papel de cocina.
Poner en la batidora el aceite con la albahaca y triturar bien. Colar y reservar.
Lavar bien los tomates y trocearlos. Cortar el queso mozzarella del mismo tamaño que el tomate. Poner unas aceitunas por encima y aliñar con un poco de sal y el aceite de albahaca. También podemos poner unas hojas pequeñas de albahaca.
Lo cierto es que no me gusta mucho repetir, así que siempre estoy buscando platos nuevos o dando un toque diferente a algunos que ya he hecho. Aquí está esta ensalada de tomate y queso mozzarella que aliñamos con un aceite de albahaca muy sencillo de preparar y que podemos utilizar para otros muchos platos. Además que por el color verde que presenta a la vez que aromatiza los platos nos ayuda en su presentación, haciéndolos más apetecibles. Si nos sobra aceite, la podemos conservar en el frigorífico, tan solo tenemos que sacarla unos minutos antes de utilizarla para que pierda frío y se licue de nuevo. El único inconveniente es que pierde un poco de color por la oxidación, de ahí que en la foto tenga un color ligeramente pardo, ya que llevaba varios días hecha.
Evidentemente por mucha presentación y armonía en los ingredientes, sin un buen producto no se sostiene ningún plato. Por eso es primordial, sobre todo el tomate, que es ingrediente principal, sea de calidad. Si utilizamos productos de temporada, tendremos más fácil que sea así, además de resultar más económicos y ayudar a la conservación del medio ambiente.
Ingredientes:
- 4 tomates grandes.
- 2 bolas de queso mozzarella fresco.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Hojas de albahaca.
- Aceitunas negras cacereñas.
- Sal
Elaboración:
Poner agua en un cazo y cuando comience a hervir echar la albahaca. Dejarla unos segundos y pasar a un recipiente con agua con hielo. Sacar, escurrir y secar con papel de cocina.
Poner en la batidora el aceite con la albahaca y triturar bien. Colar y reservar.
Lavar bien los tomates y trocearlos. Cortar el queso mozzarella del mismo tamaño que el tomate. Poner unas aceitunas por encima y aliñar con un poco de sal y el aceite de albahaca. También podemos poner unas hojas pequeñas de albahaca.
Soy muy perezosa para comer tomate, pero así preparado con ese aceite y la mozzarella, te garantizo que se me va ir la pereza de golpe ;). Qué rica!
ResponderEliminarUmmm!!!, esos tomates si que saben a tomate.
ResponderEliminarTe ha quedado una ensalada fantástica.
Besos