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martes, 30 de agosto de 2011

Boffard helado


Esta receta que os propongo hoy es un helado que a nadie dejará indiferente. Se trata de degustar el queso de otra manera a la habitual, en forma de helado, más concretamente de corte helado, ya que lo hemos metido entre dos finas galletas, también de queso.


Esta receta la vi hacer a Paco Roncero en el evento que tuvo lugar esta primavera, que bajo el título Boffard en frío, hizo unas estupendas recetas, todas con este queso, cuyo denominador común era presentar unas recetas frescas para el verano. Podéis ver el resto aquí.

Me he permitido la licencia de versionarla en casa y ha quedado muy rica. A la hora de presentarla lo podéis hacer en forma de corte e incluso en trocitos dentro de una tabla de quesos, compartiendo protagonismo con otros quesos.

Ingredientes:

Para el helado:
  • 150 gr.de nata líquida 35% M.G.
  • 300 gr. de leche.
  • 300 gr. de queso Boffard Reserva.
Para las galletas:
  • Clara de huevo.
  • Queso Boffard Reserva.

Elaboración:

Quitamos la corteza al queso y lo rallamos fino. Reservamos.

Echamos la nata y la leche en un cazo, lo ponemos al fuego y llevamos a ebullición. En el momento que empiece a hervir, incorporamos el queso y mezclamos bien unos segundos, retiramos del fuego y seguimos moviendo hasta que el queso haya fundido por completo. Tapamos con un film y dejamos reposar 30 minutos.

A continuación lo colamos, lo metemos en el frigorífico y lo dejamos allí 24 horas.

Al día siguiente tendremos como una crema, sacamos del frigo y con unas varillas o una batidora la emulsionamos bien para que quede lo más aérea posible. Lo ponemos en el molde y metemos al congelador.

Para las galletas, mezclamos bien el queso rallado con la clara de huevo, la mezcla la estiramos con el rodillo y la dejamos finita. Cortamos cuadrados del tamaño que queramos presentar los helados y los metemos en el horno sobre un silpat o un papel vegetal. Horneamos unos minutos hasta que esté dorado. Sacamos del horno y dejamos enfriar.

Para presentar el helado, sacamos el helado del congelador unos minutos antes para que se pueda cortar bien y esté más cremoso. Ponemos entre dos galletas y servimos.

También lo podéis presentar en una tabla de quesos junto a otros quesos.

viernes, 26 de agosto de 2011

Webos Fritos: recetas y momentos


Llevaba bastantes meses con la idea de crear una sección dentro del blog dedicada a los libros de cocina. Por un motivo u otro, al final lo vas dejando, el tiempo pasa y seguía en la bandeja de pendientes. Por fin hoy me he decidido a empezar con ella.

Ya que va a ser la primera entrada de la sección libros, no podía tener mejor comienzo con ningún otro libro que con el de Su y el Sr. Webos, todo un lujo de libro y un placer por mi parte presentarlo aquí.

A estas alturas, el blog Webos Fritos no necesita presentación, se trata de uno de los blogs, de entre todos los miles que podemos encontrar en Internet, que todo el que lo visita queda prendado y vuelve a él. De esos miles de blog pocos pueden (iba a decir presumir, pero desde luego eso es algo que Jesús y Susana no hacen) contar con el número de visitas que ellos tienen, los premios que acumulan, la puesta en escena y las estupendas fotos que acompañan a sus recetas.


Soy seguidor de Webos Fritos desde mucho antes de tener mi blog, después he tenido la suerte de conocerlos personalmente y solo puedo decir que son maravillosos, por todo ello he querido estrenar esta sección con el libro Webos Fritos: recetas y momentos.

Nada más coger el libro, tienes la misma sensación que cuando entras por primera vez en su blog, se ve el trabajo bien hecho desde el primer momento, la encuadernación del libro en tapa dura y cosido hace que estemos ante un libro donde se nota que ha primado la calidad y se ha cuidado hasta el más mínimo detalle.


Cuando abres el interior y comienzas a pasar las hojas, empiezan a desfilar ante ti cantidad de fotos que no hacen más que confirmar lo dicho anteriormente, que unido a si lo has hecho a una hora en la que el hambre empieza a aflorar, empiezas a oír esos rugidos en tus tripas que indican que te lo comerías todo si no fuese papel.

El libro, que se editó el pasado mes de abril, está estructurado en varias secciones, o mejor dicho, momentos como ellos prefieren llamar. El primer momento, recetas para almas descarriadas, está dedicado a aquellas personas que no les gusta cocinar, a las que Su ofrece unas recetas sencillas con el fin de engancharlas, ahí podemos encontrar su Pan Milagro, Ensalada de Bacalao, Arroz con leche exprés y otras muchas.

 

En el momento voy con prisas, tenemos varias recetas de verduras, pasta con salmón y queso fresco, e incluso un postre exprés de chocolate.

En sorprende a tu cuñado, nos ofrecen recetas vistosas y ricas para quedar bien ante ese cuñado "pijotero" que se cree que solo se puede comer bien en los restaurantes con estrellas Michelin. Para muestra, estas charlotas de paté de centollo ¡sin centollo!



También está el momento disfruta con los amigos, donde tenemos desde unos entrantes, una estupenda fideuá, un contundente adobo de costillas y lomo de cerdo, hasta unos maravillosos postres como una mouse de mango.

Si lo que quieres es quedar a tomar café, en el momento ¿quedamos a tomar café?, tienes unas propuestas para quedar como un rey, gofres, bizcochos, pastas de té y otras muchas. Hay una que os puedo asegurar que está de vicio, son los bollos de Bath, los hice hace mucho tiempo, antes de tener el blog, cuando todavía no hacía fotos a las cosas que cocinaba, pero cuyo sabor y esponjosidad aún recuerdo.



Una costumbre tan española como es el aperitivo de los domingos, también tiene su momento en el libro en los aperitivos del domingo, donde encontrarás entre otras, almejas en salsa verde, un curioso florero de alcachofas, una sugerente tosta dulce de sobrasada ibérica y miel, así como una receta típica de su querida Cuenca como es el morteruelo.

En ¡que mis suegros vienen a comer!, tenemos recetas clásicas, pero con una puesta en escena que deslumbra, aquí puedes encontrar la sopa de picadillo, una tortilla guisada, un arroz marinero y otras muchas.

Para el día que te levantas con ganas de currártelo en la cocina, en hoy me siento como un chef tenemos recetas un poco más elaboradas y con ingredientes menos habituales, que hacen que el resultado sea digno del mejor chef, pero que no tienen ninguna complicación si sigues los pasos que te indica Susana. Algunas de ellas: volovanes de alcachofa y huevo poché, rape alangostado, costillar de cordero relleno y hasta un curioso cuenco de hielo para sopas frías.

Foto: Webos Fritos


¿Quién no ha preparado una cena romántica a su pareja?, aunque sea pensando en lo que vendrá después. Si hubiésemos tenido las recetas del momento cena para dos, todo hubiera sido más fácil. Espárrago poché, Gazpacho de aguacate, merluza rellena, una sugerente tarta de castañas y chocolate...

Los que tenemos niños agradecemos el momento es el cumple de mi hijo, recetas que por su presentación hará más fácil que los niños prueben eso que otras veces se han negado. Recetas con huevo, pasta, frutas, helados, bombones e incluso chuches.


Si trabajas fuera de casa, en para llevar a la oficina, tienes varias recetas para llevar al trabajo y compartir con los compañeros.

También Susana comparte con todos su técnica para preparar el hojaldre, clarificar la mantequilla y fundir el chocolate.

Y si eres de los que tienes Thermomix  en casa, en el último capítulo, versión para Thermomix, tendrás algunas de las recetas anteriores adaptadas a este robot de cocina.

Sin duda un libro que no puede faltar en la librería de ningún aficionado a la cocina, en la que las estupendas recetas de Su están acompañadas por las excelentes fotos de Jesús. Editado por Ciudadela de los Libros, pídelo en tu librería habitual. Si no lo encuentras lo puedes pedir a través de la tienda Webos Fritos, donde te lo enviarán a casa sin gastos de envío. Su precio, 23.90€, un precio muy ajustado para una edición de lujo tanto por fuera como por dentro.

Nosotros ya lo tenemos el nuestro, además dedicado, lo que nos hace más ilusión aún.

miércoles, 24 de agosto de 2011

La difícil tarea de comerse una hamburguesa de carne y solo carne



Últimamente se están poniendo de moda las hamburguesas, solo hay que ver la de restaurantes nuevos que se están abriendo en los que podemos encontrar una carta bastante extensa de ellas. Sin ir más lejos, en Madrid hace poco que ha abierto Nimú Bar&Grill, donde Rodrigo de la Calle, conocido chef con una estrella Michelin, presenta una carta en la que las hamburguesas son la estrella.

También hay tiendas especializadas en ellas, como Hamburguesa Nostra, una cadena con varias tiendas en la provincia de Madrid, donde ofrecen 30 variedades distintas de hamburguesas.

Tanto de las hamburguesas de Nimú como de las de Hamburguesa Nostra me han hablado muy bien, pero no he tenido la oportunidad de probarlas, cuando lo haga os informaré de ello.

Quizás estos años atrás se ha demonizado un poco el consumo de hamburguesas, poniéndole incluso el calificativo de comida basura, en parte porque en las grandes cadenas de este tipo de comida, prima el precio ante la calidad y habitualmente te sirven una hamburguesa quemada y seca, en el mejor de los casos, con un poco de lechuga y tomate, dentro de un mini panecillo de pan, con salsas que también dejan mucho que desear.

Desde luego para nada estoy de acuerdo con ese calificativo de comida basura, prefiero llamarla comida rápida (más conocido en inglés como fast food), ya que considero que una hamburguesa, con una carne de calidad, acompañada de lechuga, tomate o cualquier otro vegetal y con un panecillo libre de grasas hidrogenadas, es una comida no solo rica, también sana y completa.

Por todo lo expuesto anteriormente, al final suelo optar por hacer mis propias hamburguesas. Tampoco resulta una tarea fácil, ya que el principal ingrediente es la carne y si no tenemos picadora en casa, tenemos que comprarla picada. Si cerca de casa contamos con una carnicería de confianza, donde la carne es de buena calidad y además nos la pican en el momento, solucionado, pero no siempre es así. Lo habitual es que al hacer nuestra compra semanal en el súper, queramos llevarnos también la carne para hacer las hamburguesas. Aquí empezará nuestro calvario, miramos la etiqueta para ver de qué tipo de carne se trata y… lo primero que vemos es: carne de vacuno 93 %, ¡joder! ¿Entonces el otro 7 % qué es? Continúo leyendo y veo que el 7% restante se lo disputan: hortalizas/vegetales 4% (trigo, maíz, patata, ajo, cebolla). Todavía falta un 3%, seguimos leyendo: sal, dextrosa, especias, antioxidantes (E331, E-300), conservadores (sulfito sódico E-221, metasulfito E-224), carmín cochinilla E-120. Como veis, lo que era un producto natural sin gluten, lo convierten en un producto con gluten y por tanto ya no lo pueden consumir los celiacos.


Como no me ha convencido, continúo mirando en el lineal y me paro ante otro paquete de carne picada. Leo: carne de vacuno (69%); vamos de mal en peor, a ver en este caso el 31% de que se trata: agua, proteína de soja 4%, almidón de patata, fibras vegetales, fermentos, dextrina, extracto de especias, conservante sulfito de sódico E-221, antioxidante E-331, colorante E-120.


En primer lugar, quiero dejar claro, que no creo que ninguno de esos productos sean perjudiciales para la salud, porque además algunos de ellos son de origen natural, pero quiero hacer mis hamburguesas con carne y quiero que sepan a carne u otra cosa en el caso que decida añadirle algún otro producto, pero no a salchichas, como habitualmente ocurre. Da igual donde compres la carne picada, que sea de cerdo o ternera que prácticamente en todos los sitios tiene el mismo sabor, ese sabor a salchicha y el color rosa de la cochinilla. Debe saber a carne y su color aunque no sea tan atractivo, debe ser el de la carne.

También soy consciente de que queremos comprar carne picada que dure 10 días y que además el último día tenga el mismo color que tenía en el momento que la picaron y eso evidentemente no puede ser, salvo que se le añadan todos esos conservantes, antioxidantes y colorantes. Por tanto, tambien los consumidores somos  responsables de esto.

Quizás por todo lo expuesto anteriormente, comerme una hamburguesa a la plancha hecha de carne, a la que tan solo le añadido un poco de sal me parece un bocado exquisito y no concibo que cada vez sea más difícil acceder a ello, salvo que decidas hacerlas tú en casa y con una carne que hayas picado momentos antes.

Esto pretendía ser una entrada con una receta de hamburguesa, pero ante el cariz que ha tomado la entrada, dejaremos para próximos días dicha receta.

lunes, 22 de agosto de 2011

Milhojas de tomate y mozzarella


Cuando el producto es bueno, se necesitan muy pocos ingredientes para poder saborearlo con total plenitud. Esto me ha pasado con los tomates que he utilizado en esta receta. La última vez que estuve en Garrovillas me regalaron 2 bolsas de tomate. Una me la dio Lola (aunque los tomates los mima Gudiño) y la otra Tere (en este caso es Leandro el encargado de su cuidado).


Son tomates que saben a tomate (no siempre es así) y que me ha permitido preparar unas estupendas recetas con ellos, entre ellas, esta que aquí os presento. Se trata de un milhojas de tomate y mozzarella, que ya veréis que son muy sencillos de hacer, rápidos y si los tomates son buenos como en este caso y le echamos un chorrito de un buen aceite de oliva virgen extra como el Primero Royal Temprano de Castillo de Canena, nos permite disfrutar de unos productos prácticamente en su estado puro.

Tan solo me he permitido añadirle un producto elaborado, que ha sido el queso mozzarella curado, ya sabéis, un queso italiano que se utiliza sobre todo en la elaboración de pizza, ya que funde muy bien. Es un queso que no tiene mucho sabor, lo que permite que podamos apreciar plenamente el sabor del tomate y del estupendo aceite de oliva virgen extra que he utilizado, que si tenéis oportunidad, probadlo y me contáis.


Ingredientes:
  • 1 tomate por persona.
  • Queso mozzarella en lonchas.
  • Sal.
  • Aceite de oliva virgen extra.

Elaboración:

Lavar bien los tomates, cortarlos en rodajas más bien gruesas. Salar cada rodaja e ir formado capas de tomate y queso empezando por la base del tomate.

Meter en el horno a 180º el tiempo necesario para que el queso comience a fundir. Sacar del horno y si está muy caliente esperar a que se temple un poco.

Poner en el plato y echar un buen chorro de aceite de oliva virgen extra por encima.

Os dejo una foto con el corte del tomate para que veáis como estaban por dentro, nada de tomates huecos.


viernes, 19 de agosto de 2011

Ensalada de codornices escabechadas


En alguna ocasión he hecho ensalada con carne escabechada, incluso tengo publicada una de perdiz escabechada y granada, sin embargo, siempre que la he hecho he utilizado la carne que viene en lata, ya tenía ganas de escabecharla yo. Por si no quedaba bien, he utilizado codornices que son más pequeñas y vienen en una bolsa de 2 unidades.


El resultado ha sido bueno, me gusta como han quedado, así que probaré con alguna otra ave como el pollo o la perdiz. La receta no es laboriosa y se puede utilizar, como en este caso, para una ensalada e incluso para comerla así.

Es la primera vez que compro y hago codornices, así que ya he aprovechado y le corté la última parte de la pata para hacer unos chupa chups de codorniz, que son muy sencillos de hacer y quedan muy vistosos como aperitivo. Los hemos comido tal cual solo con sal, pero también se pueden adobar o una vez hecho mojarlos en alguna salsa.




Ingredientes:

  • Ensalada variada (rúcula, espinaca roja, lechuga batavia, canónigos, etc).
  • Sal.

Para las codornices escabechadas:
  • 2 codornices.
  • 1/2 zanahoria.
  • 1 cebolla roja.
  • 2 dientes de ajo.
  • 2 clavos de olor.
  • 10 granos de pimienta negra.
  • 2 ramitas de tomillo.
  • 1 hoja de laurel.
  • 125 ml. de vinagre (1/2 vaso).
  • 250 ml. de vino blanco (1 vaso).
  • 1/2 vaso de agua.
  • 1/2 vaso de aceite de oliva virgen extra.
  • Sal

Elaboración:

Limpiamos bien las codornices de algunas plumas que pueda tener. Salpimentamos.

Pelamos las cebollas, los ajos y las zanahorias. Las cebollas las cortamos en juliana, los ajos los dejamos enteros y las zanahorias las cortamos en rodajas.

Ponemos la mitad del aceite en una cazuela honda y rehogamos las codornices con los ajos y las cebollas. Cuando las codornices estén un poco doradas echamos el resto de ingredientes y cocemos durante 40 minutos aproximadamente. Si se os consume mucho el líquido podéis añadir un poco más de agua.

Cuando las codornices estén cocidas, retiramos del fuego y dejamos que se templen para deshuesarlas a continuación.

Para la ensalada, ponemos en el centro del plato un puñado de lechuga, salamos un poco y encima ponemos trocitos de las codornices escabechadas deshuesadas.

Aliñamos con el escabeche que ha quedado después de cocer las codornices. Si os gusta también podéis añadir la cebolla y la zanahoria del escabeche.

martes, 16 de agosto de 2011

Tallarines de calabacín con gambas y mejillones


En el verano hay que intentar llevar una alimentación más liviana y comer menos grasas, sobre todo si estamos de vacaciones y hacemos poca actividad física. Conviene además que consumamos productos de temporada, porque aunque hoy en día, al criarse en invernaderos, tenemos muchas verduras durante todo el año, es ahora, durante su temporada, cuando resultan más sabrosas.

Como si fuesen tallarines, pero en lugar de pasta de calabacín, añadiéndole unas gambas y unos mejillones hemos creado un plato rico, sano y ligero, que lo podemos servir tíbio y nos ayuda a soportar estas temperaturas.

El calabacín es una hortaliza rica en agua y con un aporte calórico bajo, por lo que resulta adecuada para dietas, sobre todo si se hace hervido, al vapor o a la plancha.


Ingredientes (para 4 personas):
  • 2 calabacines.
  • 2 cebollas.
  • 2 dientes de ajo.
  • 250 gr.de colas peladas de gambón.
  • 1/2 kg de mejillones frescos.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Sal.

Elaboración:

Lavar bien los calabacines y cortar las puntas. Cortarlos en láminas finas, sobre 2 mm, y cortar esas láminas en tiras finas. Reservar.

Hacer un corte en el lomo a las colas de gambón y retirar el intestino. Reservar.

Limpiar bien los mejillones. Poner al fuego una cazuela grande con un chorrito de agua y vino blanco. Cuando comience a hervir echar los mejillones, tapar la cazuela y dejar unos minutos hirviendo. Ir sacando según se vayan abriendo. Dejar enfriar un poco y retirar el mejillón de la concha. Reservar en el líquido de cocción.

Pelar las cebollas y cortarlas en juliana. Pelar los dientes de ajo y cortarlos en brunoise.

Poner un poco de aceite de oliva virgen en una cazuela y pochar la cebolla y los dientes de ajo con un poco de sal.

Cuando la cebolla comience a estar transparente, incorporar el calabacín y cocinar con la cebolla. Cuando ya esté casi listo el calabacín, dos o tres minutos antes de quitar del fuego, añadir las colas de gambón y terminar de hacer.

Incorporar los mejillones y retirar del fuego. Dejar reposar 2 minutos y servir.

viernes, 12 de agosto de 2011

Atún con cebolla


Presentamos otra receta de pescado azul, en este caso de atún, un pescado que a diferencia de la caballa que presentamos en la anterior entrada de pescado, es uno de los pescados azules más demandados en nuestro país.


El atún, al igual que el bonito, pertenece a la familia de los escómbridos. Todos conocemos ya las virtudes de estos pescados. Además, en esta época, podemos encontrar el bonito a un precio muy asequible en comparación con el que tiene el resto del año.

La receta de hoy es muy sencilla de hacer y con muy pocos ingredientes. Lo que sí os aconsejo, como hago siempre con este tipo de pescado, es que lo cocinéis poco para que quede jugoso.

Ingredientes:
  • 1 rodaja de atún (1 kg).
  • 2 cebollas grandes.
  • 1/2 vaso de vino (125 ml.)
  • 1 vaso de  agua (250 ml.)
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Sal.

Elaboración:

Quitar la piel y las espinas al atún. Reservarlo.

Pelar las cebollas y cortarlas en juliana. Poner una sartén con un chorrito de aceite de oliva virgen,echar la cebolla, espolvorear un poco de sal y rehogar a fuego bajo hasta que estén bien pochada.

Cuando la cebolla esté bien hecha, incorporar el medio vaso de vino. Dejar que evapore el alcohol y a continuación echar el agua.

Dejar cocer hasta que reduzca a la mitad más o menos.

Incorporar el atún y tapar la cazuela. Cuando comience a hervir, dejar 2 minutos, apagar el fuego y retirar. Dejar reposar unos minutos y se acabará de hacer con el calor.


¡Buen provecho!

miércoles, 10 de agosto de 2011

Salmorejo de cerezas


Aunque ya prácticamente está terminando la temporada de cerezas, ayer aún pude comprarlas. Además, Picotas del Jerte. Sin desmerecer el resto de cerezas que hay en diferentes zonas de nuestra geografía, al final, la tierra tira, y con ella sus productos, sobre todo si son productos de calidad excepcional como son las Cerezas del Jerte.


La cereza es una de mis frutas preferidas, lástima que la temporada sea tan corta. Son ricas en antioxidantes, por tanto, son muy indicadas para depurar el organismo y liberarlo de toxinas.

Los puristas de la gastronomía, que como en todos los sitios aquí también hay, dirán que esto no es salmorejo ni es nada. Bueno, lo podríamos llamar crema fría de tomate y cerezas, pero como prácticamente se trata de un salmorejo al que le hemos añadido cerezas, he preferido llamarlo así para que os hagáis de que se trata solo con leer el título de la entrada.

Como guarnición he utilizado queso fresco muy picadito. Además como era para una cena en el patio, lo he dejado un poco más espeso con la idea de acompañarlo con un cubito de hielo para mantenerlo fresquito.

Como podéis apreciar, el hielo lleva en su interior media cereza deshuesada. Se hace muy fácil con la cubitera Ice Cube que comercializa Lékué.


Este salmorejo lo podemos servir como un entrante o también en un vasito de chupito como un aperitivo frío en una cena o comida de verano.

Ingredientes:
  • 800 gr. de tomates maduros.
  • 400 gr de Cerezas del Jerte.
  • 70 gr. de pan del día anterior.
  • 1 diente de ajo.
  • 1 cucharadita de sal.
  • 3 cucharadas de vinagre de frambuesa.
  • 140 gr. de aceite de oliva virgen extra.
  • Queso fresco.

Elaboración:

Lavar bien los tomates y las cerezas. Deshuesar las cerezas y ponerlas junto a los tomates, el ajo pelado, el pan, la sal y el vinagre en el vaso de la batidora. Triturar durante un minuto a velocidad media.

A continuación triturar durante 3 minutos más a máxima velocidad. Si no queda muy fina la crema, pasar por el chino.

Accionar la batidora a velocidad media y añadir el aceite a hilo.

Servir el salmorejo acompañado del queso fresco desmenuzado y un cubito de hielo relleno de cereza.


viernes, 5 de agosto de 2011

Caballa a la barbacoa con trigueros y patatas asadas


Sigo con mi empeño de reivindicar este pescado que me parece uno de los más injustamente tratados. Aunque no es de los pescados que más recetas tenga en el blog, en realidad creo recordar que es la tercera, sí que es un pescado que me gusta consumir.


¿Por qué digo que se le ha tratado injustamente? Lo ilustraba muy bien hace unos días Mikel del blog El Comidista en un artículo publicado en El País, donde bajo el título Caballa muere a manos de panga nos relataba cómo cada día es más difícil encontrar este pescado en algunas pescaderías, aún siendo un pescado de un precio muy asequible.

Mikel lo achacaba a que el pescado azul, como es la caballa, tiene muchas espinas y preferimos otros tipos de pescados que venden en forma de filetes totalmente libre de espinas y piel. Entre estos los más económicos son la panga y la perca, por tanto poco a poco son los que no faltan en las pescaderías y sin embargo, algunos empezamos a echar en falta algunos pescados como la caballa, que se dejan de comercializar por falta de demanda por parte del consumidor.


Con respecto a los beneficios del consumo de la caballa no me voy a repetir, podéis echar un vistazo a la entrada de caballa en escabeche de cítricos, donde aparecen algunos de los beneficios que aporta para nuestro organismo su consumo.

En esa misma entrada expongo como principal inconveniente a la hora de consumirlo la cantidad de espinas que tiene. Os hago la misma proposición que Mikel hacía en el artículo que publicaba en El País, que es lo mismo que hice antes de meterla en escabeche en la receta anterior, que no es otra cosa que una vez abierta, coger los filetes y con una pinza como las de depilar (también valen siempre que estén limpias) ir quitando todas las espinas que veáis. No tardaréis más de 10 minutos, pero ya veréis a la hora de consumirla el gustazo que es saborear un pescado gustoso como es la caballa y además sin espinas.

Desde luego en esta entrada no voy hablar de la perca ni la panga, lo que si me gustaría es que en algunos restaurantes no te den panga por lenguado. Qué barbaridad ¿verdad?, pues ya me ha pasado, pero no solo eso, sino que además en uno de ellos a la hora de decirnos que tenían de menú, nos presentaron la panga como el lenguado si espinas. Algunos bloggers presentes en ese evento pueden corroborar esto último que os digo.

Ingredientes (para 4 personas):
  • 4 caballas.
  • 3 dientes de ajo.
  • Unas ramitas de perejil.
  • Aceite de Oliva virgen extra.
  • Sal.
  • 8 espárragos trigueros.
  • 1 patata grande.

Elaboración:

Quitamos las tripas a las caballas y las abrimos quitándole la espina central. Una vez abiertas, con una pinza quitamos las espinas que hayan podido quedar. Lavamos bajo un chorro de agua fría y secamos con papel de cocina.

En un mortero machamos el ajo y el perejil con un poco de sal. Una vez bien machado echamos un chorrito de aceite y con esta mezcla embadurnamos los filetes de caballa. Los dejamos que se tomen durante una hora aproximadamente.

Lavamos bien la patata y la partimos en rodajas de medio centímetro de grosor aproximadamente. Lavamos y quitamos la parte dura a los espárragos. Con una brocha untamos las patatas y los espárragos con un poco de aceite y salamos.

Atravesamos las caballas con una brocheta de madera para que no se encoja la piel por efecto del calor y ponemos sobre la barbacoa. Las hacemos más por la parte de la piel y damos la vuelta y hacemos poco por la parte donde no tiene piel para que no pierda mucho jugo

Ponemos también la patata y los espárragos sobre la parrilla.

Servimos los filetes de caballa acompañados de los espárragos y las patatas.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Ensalada de cogote de bonito del norte con vinagreta de remolacha y ... premio


Con esta ensalada quiero agradecer a Conservas Serrats y a tod@s los que votaron la receta de Cogollos a la plancha con anchoas y vinagreta de mango que presenté al concurso La Cocina de Serrats y resultó ganadora.


El premio fue este estupendo lote de conservas variadas, que debido a la calidad que presenta el producto quiero aprovechar para hacer unas recetas donde realmente el producto también sea protagonista.



Para esta ensalada me he inspirado en la receta del Chef Darío Barrio cambiando el pulpo por Cogote de Bonito del Norte de Serrats, que si tenéis oportunidad de probar os lo aconsejo.

Como la mayoría de las ensaladas, se trata de una ensalada rica, nutritiva y rápida, ya que hemos partido de ingredientes ya listos para su uso. En el caso de la mezcla de ensalada, las bolsas en las que ya viene cortada, limpia y lista para consumir. El cogote de bonito en conserva. La remolacha la que viene ya cocida y envasada al vacío.

Ingredientes:
  • 1 bolsa de ensalada variada.
  • 1 lata de Cogote de Bonito de Norte Serrats.
  • Frambuesas.

Para la vinagreta de remolacha:
    • 1 remolacha cocida (150 gr).
    • 50 gr. de aceite de oliva virgen extra.
    • 10 gr. de Vinagre de Jerez (2 cucharadas).
    • 1 cucharadita de sal (5 gr.).

    Elaboración:

    Ponemos todos los ingredientes de la vinagreta en la batidora y trituramos hasta que quede una crema fina.

    Ponemos en el centro del plato la vinagreta de remolacha y encima la mezcla de lechugas.

    A continuación añadimos las frambuesas y terminamos coronando con los filetes de cogote de bonito o en su defecto ventresca.