Soy un apasionado de los pintxos y tapas, cosa que se nota en el blog por la cantidad de platos que tenemos bajo la etiqueta de
aperitivos.
Me gusta llamarlos pequeños bocados, porque no solo me gusta tomarlos como tapa o aperitivo, sino que mi menú ideal se compone de ellos, sobre todo en algunos momentos. El primero de ellos, es cuando tengo invitados en casa. Casi siempre suelo poner como entrante varios de ellos (el número depende de lo inspirado que me encuentre en ese momento, pero casi nunca menos de cuatro), después un segundo plato (aunque lo ideal es poner uno de carne y otro de pescado) y al finalmente el postre, que igualmente puede estar compuesto por uno o más platos. Además de ofrecer más variedad a tus invitados, si a alguno de ellos no le gusta un plato, lo puede eliminar sin problema de quedarse con hambre o quedarse en dos platos en lugar de tres.
Otro lugar donde disfruto de un menú de estas características es cuando voy a comer a un restaurante y ofrece la posibilidad (cada vez en más sitios) de pedir un menú degustación o medias raciones. En lugar de probar tres platos de su carta, entrante, plato principal y postre, me permite degustar varios de ellos.
Por supuesto tampoco es lo mismo cuando sales a tomar un vino con los amigos, tomarlo a palo seco, que acompañarlo con uno de estos bocados.
Por último, ni que decir tiene, con esa cervecita, vermut, vinito... que te tomas el domingo mientras haces la comida. Los que me seguís en las redes sociales ya sabéis que casi todo los domingos os propongo alguno.
La mayoría de ellos surgen sobre la marcha, como esta cucharita de morcilla y gorgonzola que os propongo hoy. Los dos productos principales, morcilla y Gorgonzola, se encontraban en el frigorífico con su fecha de caducidad próxima. Como lo de tirar comida hay que evitarlo al máximo, pues a buscar un posible uso y combinación. Así surgió y con resultado satisfactorio.
Al final para tan solo cuatro ingredientes, menuda parrafada hemos echado. Bueno, lo importante es que disfrutéis visualmente de este aperitivo y si os gustan esos dos ingredientes que os lancéis a hacerlo, que es sencillo y rápido y ya me contaréis si os ha gustado.
Ingredientes:
- 1 morcilla de cebolla.
- 50 gr. de queso Gorgonzola dulce.
- 1 puñadito de piñones.
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra.
Elaboración:
Quitar la piel a la morcilla y rehogarla junto a los piñones en una sartén en la que previamente habremos puesto una cucharada de aceite.
Pasados unos minutos que veamos que esté cocinada, apartar del fuego y poner montoncitos de la morcilla y los piñones sobre unas cucharas de aperitivo. Terminar con un trocito de queso gorgonzola encima, que fundirá un poco por efecto del calor de la morcilla.
Nota: también podremos poner la morcilla sobre rebanadas pequeñas de pan tostado.