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Hace unos días asistí a la presentación del libro La Ginebra en la gastronomía del siglo XXI; libro que tengo pensado presentaros. En ese evento degustamos algunos de los aperitivos que vienen en el libro y de ahí surgió la idea de este que os presento.
El sorbete de limón podéis hacerlo en casa o utilizar cualquiera de los que venden en el supermercado, yo he utilizado uno que venden en una conocida cadena de supermercados, me gusta para este aperitivo porque incorpora trocitos de piel de limón confitada, que le da un toque muy bueno. En el caso que utilicéis uno que sea sabor limón sin nada de piel, le podéis poner por encima un poquito de ralladura de limón o lima.
La mezcla de ginebra y tónica al llevar alcohol tarda en congelarse y no llega a hacerlo del todo, por lo que es importante que lo hagáis en día de antes. Una vez que lo saquéis lo rompéis con un cuchillo y enseguida queda como granizado. En el caso que os quede muy duro, unos segundos en la picadora y listo.
Resulta un aperitivo diferente y atrevido, ideal para la comida o cena con amigos en estos días calurosos en los que ya estamos inmersos.
Ingredientes:
1/2 kg de berberechos.
2 hojas de gelatina.
Sorbete de limón.
1 tónica.
Ginebra.
Elaboración:
El día antes prepararemos un gin tonic con la tónica y la ginebra. Lo vertemos en un par de cubiteras y al congelador.
Introducir los berberechos en agua muy salada para que suelten la arena. Tenerlos como mínimo 1/2 hora. Escurrirlos y poner un poquito de agua en una cazuela y abrirlos al vapor. Los iremos sacando según se vayan abriendo. Colar el líquido que han soltado durante la cocción con un colador de tela o uno normal al que habremos puesto una gasa para que no caiga nada de arenilla.
Poner las hojas de gelatina a hidratar en agua fría durante 5 minutos.
Probar el líquido que hemos colado y si está muy salado rebajar con agua. Apartar 200 ml. poner a calentar e incorporar la gelatina hidratada y escurrida. Poner a enfriar en el frigorífico durante unas horas hasta que esté totalmente cuajada. Una vez cuajada, hacerla trocitos pequeños. Mirar antes en el envase de gelatina la cantidad de gelatina que hay que poner para esa cantidad de líquido, ya que cada fabricante nos puede ofrecer la hoja de gelatina de diferente peso.
Montaje del aperitivo:
Sacar los cubitos de gin tonic del congelador y picarlos hasta obtener un granizado.
En un vasito pequeño, poner una cucharadita de sorbete de limón, encima unos trocitos de gelatina. A continuación disponer una cucharadita de granizado de gin tonic y terminar con dos o tres berberechos.
Hoy os traigo un arroz que, aunque fácil de hacer y con pocos ingredientes, queda muy sabroso y podemos servirlo tanto en una comida como plato principal o en platillos más pequeños como aperitivo.
Por tod@s es conocido el líquido tan gustoso que sueltan los mariscos de concha al abrirlos, así que cuando abráis almejas, berberechos, mejillones, o cualquier otro bivalvo no tiréis el líquido, porque os permitirá hacer un arroz muy sabroso.
Ingredientes:
1/2 kg de berberechos.
1/2 kg. de navajas.
300 gr. de arroz de grano redondo.
Elaboración:
Poner un recipiente con abundante agua con sal gorda, introducir los berberechos y dejarlos como mínimo 1/2 hora.
Proceder de forma parecida con las navajas, con la diferencia que para que suelten mejor la arenilla es mejor dejarlas metidas en posición vertical en el recipiente con agua salada.
Sacar las navajas, lavarlas bajo un chorro de agua fría y abrirlas al vapor. Ir sacándolas conforme se vayan abriendo. Reservar el líquido que han soltado al abrirlas.
Sacar los berberechos del agua, lavarlas bajo un chorro de agua fría, poner en una cazuela un dedo de vino blanco y abrirlos también al vapor. Sacarlos según se van abriendo. Reservar el líquido que han soltado.
Colar el líquido de las navajas y los berberechos con un colador de tela, juntarlos y probarlos. Si está demasiado salado, echar el agua suficiente hasta alcanzar el punto apropiado de sal.
Poner 1 litro del caldo obtenido al fuego y cuando comience a hervir echar el arroz. Cocer el tiempo indicado en el envase, normalmente entre 18 y 20 minutos.
Servir en los platos o donde los vayamos a comer y poner por encima los berberechos y las navajas.
Desde hace un año vengo colaborando, junto a otros bloggers, con el programa Hoy por Hoy Jaén en Cadena Ser de Jaén. Se nos pide que difundamos a través de la radio una receta en la que el aceite de oliva virgen sea protagonista.
Esta sección del programa está patrocinada por nuestro amigo Fernando Ortega de la empresa I Love Aceite, por lo que para nosotros es un placer poder participar ofreciendo una de nuestras recetas.
En esta ocasión, teniendo en cuenta que tenemos el verano a la vuelta de la esquina, hemos elegido este tartar de tomate y aguacate. Una receta fresca y que vamos a presentar en crudo, por lo que no es necesario encender el fuego.
Entre los ingredientes tenemos los tomates secos en aceite. Los podemos comprar ya en conserva, pero aconsejo que los preparemos en casa, lo que nos va a permitir seleccionar el aceite de oliva virgen extra en el cual los vamos introducir. Si optáis por prepararlos en casa, aquí os dejo la receta.
Ingredientes:
4 tomates kumato (300 gr.)
1 aguacate grande (300 gr.)
Cebolla morada o cebolleta (30 gr)
80 gr de tomates secos en aceite.
50 gr. del aceite de los tomates.
Sal.
El zumo de medio limón.
Hojas de rúcula.
Elaboración:
Lavar bien los tomates frescos, partirlos al medio, quitar las semillas y reservarlas. El resto del tomate picarlo en cuadraditos pequeños. Pelar y picar también en daditos la cebolla.
Cortar los aguacate por la mitad, retirar el hueso, extraer la pulpa con una cuchara y cortarla en cuadraditos del mismo tamaño que hemos cortado los tomates. Rociar el aguacate con el zumo de limón para que no se oxide y así mantenga su color.
Escurrir los tomates secos de su aceite y picarlos.
Lavar y picar las hojas de rúcula, dejando algunas enteras para poner por encima del tartar.
Mezclar el aguacate, los tomates, la cebolla y las hojas de rúcula picadas. Aliñar con el aceite de los tomates y salar; remover bien para que se integren todos los sabores.
Poner un aro de emplatar en el centro del plato, llenarlo con el tartar presionando un poco para que coja la forma del molde y quede firme. Desmoldar con cuidado, poner por encima unas hojas de rúcula y decorar alrededor con las semillas de tomate que previamente habíamos reservado y con un hilo de aceite de oliva virgen extra.
Ahora que estamos en plena temporada de la fresa hay que aprovechar para consumir esta fruta rica en vitamina C y otros compuestos antioxidantes.
Aunque la mayoría de las veces consumimos esta fruta en el postre, son muchos los usos que podemos darle en la cocina, incluso en platos salados. A nosotros nos gusta mucho añadirlas a las ensaladas, como esta de frutos rojos o esta otra de fresas y membrillo con foie. También le da un toque muy especial a los gazpachos o al salmorejo. Por supuesto, formando parte de numerosos postres que podéis encontrar en la sección de postres o repostería.
Ingredientes:
Para el helado:
4 yogures tipo griego sin azúcar.
200 gr. de leche evaporada muy fría.
80 gr. de azúcar glas.
Para la sopa de fresa y naranja.
400 gr. de fresas.
El zumo de 2 naranjas.
80 gr. de azúcar glas.
Hojas de menta fresca.
1 cucharada de yogur liofilizado (opcional).
Elaboración:
Ponemos la leche evaporada, que debe estar muy fría, en el vaso del Thermomix con la mariposa puesta en las cuchillas y programamos 2 minutos a velocidad 3 1/2.
A continuación echamos los 4 yogures y el azúcar y programamos 2 minutos más a la misma velocidad.
Verter la mezcla obtenida en la heladera hasta que adquiera la consistencia de helado. Si no se va a consumir en el momento, mantener en el congelador.
Para hacer la sopa de fresas, limpiarlas bien, quitar el pedúnculo. Reservar un par de ellas para añadirlas luego a la sopa. En resto ponerlas en el vaso de la batidora y triturarlas junto al azúcar.
Exprimir el zumo de las dos naranjas, colarlo y añadirlo al puré de fresas, mezclarlo bien y mantenerlo en el frigorífico.
Montaje del plato:
Si el helado está en el congelador sacarlo unos minutos antes para que adquiera la consistencia cremosa, no esté demasiado duro y se pueda manipular bien.
Poner en el centro de un plato hondo una bola de helado de yogur y alrededor trocitos de fresas muy picaditas y hojas de menta.
Poner la sopa de fresas y naranja en una jarra y echar sobre el plato. Terminar echando unos trocitos de helado liofilizado.
Nota:
Si no disponéis de Thermomix o heladera el postre se puede hacer igual de fácil. La leche evaporada la podemos montar con cualquier batidora que tenga el accesorio para ello, o en el peor de los casos a mano con varilla.
Si no disponéis de heladera, verteremos la mezcla en un recipiente que meteremos en el congelador y sacaremos cada dos horas batiremos de nuevo para romper los cristales de hielo que se vayan formando hasta que esté prácticamente congelado. Esta operación la haremos dos o tres veces.
Como viene siendo habitual, coincidiendo con la recolección de la Cereza Picota, tendrán lugar las jornadas gastronómicas en el que este fruto se convierte en el ingrediente principal de numerosos platos.
Este año dichas Jornadas tendrán lugar desde el 31 de mayo hasta al 15 de julio, mes y medio en el que la Cereza Picota se encontrará en su máximo esplendor. Son ocho los restaurantes, todos del Valle del Jerte, que nos ofrecen un menú completo para la ocasión. Todos los platos, desde las entradas a los postres, incluyen la cereza como ingrediente. Los precios por persona van desde los 20 a los 35 euros dependiendo del establecimiento; un precio bastante contenido, si tenemos en cuenta que en la mayoría de los casos incluye la bebida e incluso en algunos de ellos el café y un chupito de licor de cereza.
Como otros años, hay platos muy sugerentes, valga como ejemplo los lomos de bacalao confitado en salsa de cereza, la gominola de aceite de oliva sobre sopa de cerezas, los tacos de salmón marinado con ensalada mezclum y caviar de cereza, el bizcocho de chocolate fluido con sorbete de cereza y crujiente de chocolate blanco... y así otros muchos. Podéis descargaros el pdf donde podréis conocer la dirección de los restaurantes participantes, el menú y su precio.
Dejando a un lado lo gastronómico, si os animáis a ir al Valle del Jerte no os olvidéis la cámara de fotos, porque descubriréis un entorno maravilloso, donde la naturaleza y la arquitectura popular no os dejarán indiferente.
Hoy os traigo un aperitivo muy sencillo y rápido de hacer, se trata de unas tostas de queso de cabra a la plancha con pera.
He terminado el aperitivo con una cucharadita de la mermelada de pera al vino que el otro día publiqué, aquí tenéis la receta. En caso que no queráis poneros a preparar esa mermelada, podéis poner una de las que ya venden, por ejemplo de fresa.
Sacar el rulo de queso del frigorífico y cortar rodajas de 1 cm aproximadamente. En total hemos sacado 10 unidades.
Pelar las peras y cortar rodajas de 1 cm de grosor. Quitar la parte central de las rodajas que tengas pepitas.
Poner una sartén antiadherente a fuego fuerte y hacer el queso por los dos lados. Se tiene que hacer unos segundos, el tiempo suficiente para que se forme la costra. Si lo dejamos más tiempo del necesario se derretirá.
Para montar la tosta pondremos sobre las rebanadas de pan, que previamente habremos tostado, una rodaja de pera, a continuación el queso y por último terminaremos con una cucharadita de mermelada de peras a vino.
Ya os he hablado en alguna entrada sobre las hamburguesas, que puede llegar a ser una comida muy saludable y que además les suele gustar mucho a los niños; así que vamos a aprovechar para hacer un plato donde además de la proteína de la carne tengamos el calcio del queso, así como los minerales, vitaminas y fibra del tomate y la rúcula. Por tanto una cena muy completa.
A los niños les encanta el burger, pero seguro que si os ayudan a hacer estas hamburguesas y se las presentamos en estos mini panecillos se las comerán encantados.
Pero no solo gustarán a los niños, si las presentáis como aperitivo en una comida o cena con amigos no dejarán ninguna en la mesa, os lo aseguro.
Ingredientes (para 8 unidades):
400 gr. de aguja de ternera picada.
8 lonchas finas de beicon.
8 lonchas de queso gouda.
2 tomates.
1 cebolla.
1 diente de ajo.
Hojas de rúcula.
Sal.
Cebolla frita crujiente.
Kétchup.
8 mini panecillos de hamburguesa.
AOVE.
Elaboración:
Pelar la cebolla y el diente de ajo y picarlos muy fino. Poner un par de cucharadas de aceite de oliva virgen en una sartén y sofreírlos a fuego suave durante 3 o 4 minutos. Apagar el fuego y dejar que pierda temperatura.
Mezclar la carne con el sofrito y una cucharadita de sal. Amasar bien hasta que todos los ingredientes estén bien mezclados. Dividir la carne en ocho partes iguales y hacer las hamburguesas del mismo tamaño que los panecillos.
Tostar el pan en la plancha. Hacer el beicon hasta que esté muy hecho. Dejar escurrir el exceso de grasa del beicon sobre papel de cocina.
Cocinar las hamburguesas sobre una plancha untada con aceite. Cuando estén hechas por un lado, dar la vuelta y poner sobre la parte que acabamos de hacer la loncha de queso, que previamente habremos recortado con un aro de emplatar del mismo tamaño que las hamburguesas, para que con el calor se vaya fundiendo encima de la carne.
Sobre la base del pan que hemos tostado, poner un poco de kétchup, una rodaja de tomate, la hamburguesa con el queso, el beicon y terminar con unas hojas de rúcula. Podéis poner también con un poco de cebolla frita crujiente.
¿Quién dice que comer ensalada a diario es aburrido? Teniendo lechuga o cualquier otro tipo de vegetal de hoja en casa y con algún ingrediente más siempre podemos improvisar una ensalada. Échale imaginación y ya verás qué de combinaciones puedes hacer y a cual más apetitosa.
Esta ensalada al llevar las gulas, que las podemos incorporar templadas e incluso caliente, resulta apetecible hasta en invierno. También podemos poner el pimiento y los mejillones tibios, aunque en estos días de calor que estamos sufriendo el mejor resultado lo obtenemos con todos los ingredientes fríos.
Ingredientes (para 4 personas):
250 gr. de gulas al ajillo.
1 bolsa de ensalada variada.
20 mejillones.
2 pimientos rojos.
Sal.
Aceite de oliva virgen extra.
Vinagre.
Elaboración:
Lavar bien los pimientos, secarlos y ponerlos en una fuente apta para el horno. Pincelar los pimientos con aceite de oliva y asar en el horno precalentado a 180º durante 50 minutos aproximadamente.
Sacar del horno, tapar la fuente con los pimientos con un paño y dejar reposar unos minutos. Antes que se enfríen del todo pelarlos y quitar las semillas. Cortarlos en tiras y reservarlos.
Limpiar bien los mejillones y abrirlos al vapor. Ir sacándolos conforme se vayan abriendo.
En una sartén cocinar durante dos minutos las gulas.
Poner en un plato una base de ensalada y repartir por encima los mejillones, los pimientos y las gulas todavía templadas.
Hacía más de un año y medio que no publicaba una receta de mermelada, aunque no creáis que en todo este tiempo no he hecho mermeladas en casa; lo que ocurre que al final o bien las que he hecho ya estaban publicadas o no tomé la foto en su momento y sin foto prefiero no subirla.
La mermelada de hoy surgió como intento de conseguir una mermelada que hace tiempo que compré y me gustó bastante. La comprada en concreto era con vino blanco, pero yo esta vez he preferido poner vino tinto. Habrá que probar la próxima vez con un buen blanco a ver que tal.
Para los que nunca hayáis hecho mermelada en casa os animo a ello, es muy fácil y el resultado es magnífico; si además contáis con un Thermomix no tenéis excusa. También se puede hacer con la panificadora o en el peor de los casos en una cazuela como toda la vida. En este último caso, la única pega es que durante la cocción tendremos que moverla frecuentemente.
Las ventajas de hacerla en casa son varias, entre ellas tenemos el echar menos azúcar, lo que nos permite hacerla menos dulce; podemos utilizar la fruta de temporada en el momento óptimo de maduración, con la consiguiente mejoría en su sabor; además podremos hacerla de frutas de las que no se suelen hacer mermeladas e incluso añadir otros ingredientes como hemos hecho con el vino en este caso.
Para l@s que no habéis leído otras de las entradas de mermelada, veréis que le añado pectina, esto lo hago porque al echar menos azúcar, si no lo hiciese quedaría muy líquida.
Por último, al tratarse de una conserva hecha en casa hay que tener cuidado con esterilizar bien los tarros donde la vayamos a echar y hacer bien el vacío. En casa como hacemos poca cantidad, la echo caliente en los tarros, los lleno casi del todo, los cierro bien y enseguida les doy la vuelta y los conservo en el frigorífico.
Ingredientes:
500 gr. de pera conferencia pelada y sin la parte central.
75 gr. de vino tinto (que sea bueno)
300 gr. de azúcar.
El zumo de un limón.
1 cucharadita de pectina.
Elaboración:
Poner en el vaso del Thermomix la pera pelada y sin pepitas. Triturar durante 3 segundos a velocidad 4. Si no os gusta coger los trocitos de fruta la podéis triturar más.
Añadir el zumo de limón colado, el azúcar, el vino y la pectina y programar 30 minutos, 100º, velocidad 2.
Cuando termine llenar los tarros, tapar y dar la vuelta. Conservar en el frigorífico.
Nota: podemos acompañar con ella un foie y también diferentes tipos quesos.
No es ningún secreto que una de mis carnes preferidas es la de cerdo, ya lo he comentado en alguna entrada y no hay más que mirar las recetas de carne para comprobar que un gran número de ellas tienen esta carne como ingrediente principal.
La calidad y sabor de esta carne varía mucho dependiendo de la raza del cerdo de la que proceda. Durante años se han ido sustituyendo algunas razas por otras que, aunque de peor calidad, son mucho más rentables; y ya sabemos que muchas veces a los consumidores nos cuesta pagar más por lo que creemos que es lo mismo. Muchos habéis podido comprobar que un filete de lomo no tiene nada que ver de unos sitios a otros; y no digamos ya si lo que comparamos son carnes de unas y otras razas.
Por suerte, en los últimos años estamos comprobando como cada vez es más fácil encontrar en el mercado carnes de cierta calidad. Esto está ocurriendo gracias a iniciativas como la que José Ignacio Jáuregui está llevando a cabo en el País Vasco, donde se está recuperando la raza autóctona del cerdo vasco Euskal Txerria o Pío Negro, que es como se denomina a la única especie porcina de Euskadi no extinguida.
Este cerdo originario de la parte occidental de los Pirineos francés y español, proviene de cerdos autóctonos que se criaban en los antiguos caseríos de la zona. Es un animal rústico, adaptado a la explotación al aire libre y que se alimenta de bellotas de haya y roble, castañas, avellanas y hierbas del bosque.
En 1900 estaban censados más de 100.000 ejemplares, pero años más tardes llegó la práctica desaparición de la raza por tratarse de un animal poco productivo, mientras que el sector apostaba por razas foráneas más rentables, productivas y menos grasas. Para que nos hagamos una idea, para producir un kilo de carne de esta raza se necesitan 7 kilos de pienso, mientras que en el cerdo blanco son 2,5 kilos.
En el año 1981 tan solo quedaban 50 ejemplares, de ahí la importancia de la labor desarrollada por Maskarada, la empresa familiar de José Ignacio, para la recuperación del Euskal Txerria.
De la mano de El Tenedor y el Grupo Sagardi no solo pudimos conocer de la existencia de esta raza que para nosotros era totalmente desconocida, sino que pudimos degustar su carne en forma de embutidos, jamón, asada a la parrilla...
El Grupo Sagardi es una compañía que desde hace 15 años trabaja en la consolidación de la gastronomía tradicional vasca tratando de trasladarla a todos los rincones del mundo, donde tiene numerosos restaurantes, tabernas, una hostería e incluso bodegas de vino. Actualmente está presente en España, Portugal, Argentina y Chile. Próximamente estarán también en México, Francia, Holanda y Alemania.
El Tenedor es una web líder en reservas de restaurantes online. Cuenta actualmente con más de 5000 restaurantes en toda España, todos ellos reservables en tiempo real y de manera totalmente gratuita, ya sea desde la propia web o a través de sus aplicaciones para iPhone y Android. Además de poder seleccionar el restaurante por cercanía a donde nos encontremos en ese momento, por tipo de cocina, precio, etc; nos ofrecen descuentos de hasta el 50% en carta.
En encuentro tuvo lugar en el Restaurante Euskal Etxea, el nuevo restaurante del Grupo Sagardi, situado en la calle Jovellanos, número 3 de Madrid. Fue una primicia, porque pudimos conocer el restaurante un día antes de su inauguración. Está emplazado en un edificio del siglo XIX, con una decoración tradicional que combinada a la perfección con las obras contemporáneas de Juan Gorriti añaden un toque de modernidad y color a este espacio clásico.
Antes de la cena, además de poder conocer numerosas curiosidades sobre este animal, pudimos ver in situ su carne, ya que llevaron media canal para enseñarnos sus características, así como los cortes que de ella se hacen. Se trata de una carne muy grasa, con mucha similitud a la del cerdo ibérico, de hecho las piezas que se sacan son prácticamente las mismas, destacando la pluma, el secreto, la presa, el solomillo, la carrillera...
Ya sentados en la mesa, empezaron a desfilar los numerosos platos del menú que nos prepararon como la txistorra frita y la salchicha trufada con puré cremoso de patata.
Exquisita la papada con pimientos de cristal
Muy rico también el gorrín confitado y crujiente con tomate confitado.
La pluma, el lomo y la costilla la acompañamos con unos estupendos pimientos del piquillo asados.
Unas pochas guisadas con oreja y manitas de gorrín.
Entre tanta carne, muy fresca y apetecible la ensalada de lechuga y cebolleta de la huerta de Hernani y de postre naranja con almíbar de txacoli y helado de nata.
Todo ello regado con el vino Uco Pago Lobo Malbec 2009
En numerosas ocasiones he cocinado rabo de ternera, de hecho en el blog puedes encontrar dos recetas, una de ellas este rabo de toro sin más, que se trata de una receta clásica y esta otra, rabo de toro relleno de boletus y foie sobre cremoso de patatas trufadas; que partiendo de la receta tradicional, lo deshuesamos y los rellenamos con foie y boletus, creando una receta totalmente diferente.
Algunas veces me he preguntado cómo estaría el rabo de cerdo, así que cuando el otro día lo vi en un supermercado, no me lo pensé y me lo traje para casa para comprobarlo.
Lo he preparado de una forma parecida a como había preparado el rabo de toro y tengo que reconocer que ha quedado muy bueno, aunque tiene bastante más grasa que el de ternera y por supuesto mucho menos que comer.
Ingredientes:
1 1/4 de rabo de cerdo.
2 tomates.
2 zanahorias.
1 cebolla.
1 puerro.
1 pimiento rojo.
2 dientes de ajo.
1 vaso de vino tinto.
1 1/2 vaso de agua.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal.
Elaboración:
Lavar y raspar bien el rabo de cerdo, aunque estos venían muy limpios.
Trocear la cebolla, zanahoria, puerro, pimiento y ajo, salar y pochar a fuego lento durante 15 minutos aproximadamente. A continuación añadir el tomate rallado y cocinar otros 10 minutos más, hasta que veáis que el tomate está bien hecho. Veréis que el conjunto presenta un aspecto como meloso. Incorporar el rabo de cerdo troceado y cocinar un par de minutos a fuego medio.
Regar con el vino y dejar evaporar el alcohol a fuego fuerte. Seguidamente echar el agua y rectificar de sal si fuera necesario. Cuando comience a hervir, cerrar la olla y cocer unos 30 minutos. El tiempo dependerá del fuego y vuestra olla, unos 10 minutos antes comprobar la cocción.
Lo podemos acompañar de unas patatas fritas.
Nota: con lo que nos sobró, al día siguiente hicimos unas patatas cocidas que también estaban exquisitas. Una buena forma de aprovechar el caldo, aunque dejar algún trozo de carne también.
Si hay un bizcocho que todo el mundo conoce y que muchas personas han hecho es sin duda el llamado "bizcocho del vaso del yogur".
Si eres de los pocos que no sabes de que hablo, te diré qué es el bizcocho más famoso, por lo rápido que se hace, lo fácil y por el resultado final. Rápido, porque tan solo tenemos que mezclar los ingredientes, fácil porque no hace pesar nada, sino que es el propio vaso del yogur que le echamos el que nos sirve para medir los ingredientes. Y lo mejor de todo, lo esponjoso y rico que queda.
A este bizcocho también se le llama "1, 2, 3" porque entre sus ingredientes lleva 1 medida del vaso de yogur de aceite, 2 de azúcar y 3 de harina. En este caso, al típico bizcocho le hemos añadido una medida de cacao en polvo.
Si eres de los que no lo has hecho nunca, te animo a que lo hagas, ya verás como repites.
Ingredientes:
1 yogur natural o sabor a limón.
1 medida del vaso de yogur de aceite de oliva virgen extra arbequina (también puedes utilizar de girasol).
2 medidas de azúcar.
3 medidas de harina.
1 medida de cacao en polvo puro.
1 sobre de levadura química (tipo Royal).
4 huevos.
Azúcar glas.
Elaboración:
Poner todos los ingredientes juntos y mezclarlos con la batidora o a mano hasta que se integren bien.
Untar un molde con mantequilla, enharinarlo y verter en ella mezcla anterior.
Con el horno precalentado a 180º, hornear durante 40 minutos aproximadamente. Cuando le falten 5 minutos pinchar con una aguja a ver si está hecho.
Sacar del horno, desmoldar y dejar enfriar sobre una rejilla.
Una vez frío y antes de servirlo espolvorear con azúcar glas.