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jueves, 27 de junio de 2013

Brownie con nueces


Este brownie lo hice hace un par de días, l@s que me seguís por las diferentes redes sociales ya lo habéis visto, algun@s incluso me habéis pedido la receta, así que aquí la tenéis.

No tengo muchas recetas dulces en el blog, la intención era que sirviese de desayuno, aunque además de para desayunar también lo podemos tomar como postre o para tomar un café a media mañana o media tarde.

Este está basado en la receta del nuevo libro de Darío Barrio, al que le hemos hecho una modificación, ya que Darío lo presenta recubierto de una ganache de chocolate y nosotros hemos preferido dejarlo así.

Lo podemos presentar solo, con nata, con helado... Es muy típico servirlo caliente o con chocolate fundido junto con helado, donde el contraste caliente-frío es magnífico.



Ingredientes:
  • 150 gr. de chocolate.
  • 200 gr de mantequilla.
  • 180 gr. de azúcar.
  • 80 gr. de harina.
  • 10 gr. de cacao en polvo.
  • 4 huevos.
  • 60 gr. de nueces peladas.

Elaboración:

Fundir al baño maría el chocolate junto a la mantequilla.

Mezclar los huevos con el azúcar e incorporar el chocolate fundido.

Tamizar la harina y el cacao en polvo y añadirlo a la mezcla anterior junto a las nueces troceadas y  mezclarlo bien hasta que queden integrados todos los ingredientes.

Untar un molde rectangular un poco de mantequilla y enharinarlo. Verter en él toda la masa.

Meter en el horno precalentado a 180º y hornear durante 25 minutos aproximadamente.

Cuando falten unos minutos comprobar con una aguja si está hecho o no, en caso contrario dejar unos minutos más hasta que esté hecho.

Dejar enfriar antes de desmoldar.


martes, 25 de junio de 2013

Como marinar y ahumar sardinas en casa


Hasta ahora siempre había marinado las sardinas en vinagre o zumo de cítricos. Hace poco descubrí en un curso en Kitchen Club como las marinaba Andrés Madrigal introduciéndolas en una mezcla de sal y azúcar. A continuación las ahumó. Desde entonces he hecho la receta en varias ocasiones.

Andrés además de sal y azúcar les pone pimienta, trozos de piel de naranja y limón y hierbas aromáticas. Prácticamente podemos poner cualquier hierba que nos agrade su sabor, ya que su aroma se le transmitirá a las sardinas.

La principal diferencia con la receta de Andrés es que él las tiene marinando 20 minutos y antes de montar el plato con ellas le da un golpe de horno de 3-5 minutos a 240º. Yo las tengo marinando 1 hora porque las consumo tal como quedan después de marinarlas. La primera vez que las hice las deje casi dos horas y para mi gusto quedan demasiado curadas. Probad con diferentes tiempos hasta que deis con el punto que más os guste

Con respecto a ahumarlas es muy sencillo de hacer, he utilizado romero por ser un sabor que me gusta mucho.

Como cualquier pescado que se vaya a comer en crudo o poco cocinado, siempre hay que congelarlo 48 horas para prevenir el contagio por anisakis.

Una vez marinadas, se pueden conservar bastantes días en el frigorífico cubiertas de aceite.



Ingredientes:
  • 400 gr. de filetes de sardinas.
  • 400 gr. de sal gorda.
  • 200 gr. de azúcar.
  • Una cáscara de naranja sin nada de blanco.
  • Una cáscara de limón sin nada de blanco.
  • Pimienta negra en grano.
  • Aceite de oliva virgen extra.
 Romero seco para ahumarlas.


Elaboración:

Para marinar las sardinas:

Congelarlas durante 48 horas. La noche antes ponerlas en el frigorífico para que se vayan descongelando en frío.

Quitar las escamas que puedan tener. Con un cuchillo separar los lomos, quitar la parte de la tripa, la aleta dorsal, la parte de la cola y las espinas grandes que tengan. Meter en agua muy fría, cambiándosela varias veces para que se desangren bien. Sacar, escurrir y secar con papel de cocina.

Mezclar la sal, el azúcar, las pieles de cítricos y la pimienta. En un recipiente poner una capa de la mezcla anterior y situar encima los filetes de sardinas. Terminar tapandolas completamente con la mezcla de sal y azúcar. Marinar durante una hora.


Pasado el tiempo, sacar de la sal, pasar bajo un chorro de agua fría y secar con papel de cocina. Ponerlas en un recipiente y cubrir con aceite de oliva virgen extra. Si no se van a consumir en breve, conservarlas en el frigorífico.



Como ahumar las sardinas en casa.

Tenemos varias formas de hacerlo según la cantidad que queremos ahumar. Si es mucha cantidad, sacarlas de aceite, escurrirlas un poco y extenderlas sobre la bandeja del horno. Poner un ramillete de las hierbas aromáticas en una sartén, prenderle fuego, meter la sartén en el horno, taparla con una tapadera para que se apague, destapar y cerrar el horno. Mantener la puerta cerrada durante varios minutos para que las sardinas se impregnen del humo que hay dentro del horno.

Si es poca cantidad, ponerlas sobre una pizarra, un plato o cualquier material resistente al fuego. Poner al lado un ramillete de hierbas aromáticas secas, prenderle fuego y tapar con algún recipiente resistente al calor y que quede bien cerrado para que por la falta de oxígeno se apague la llama. Dejarlas ahumándose unos minutos.



Las podemos consumir así tal cual o utilizarlas en multitud de recetas, en unos días os pondré algunas.

viernes, 21 de junio de 2013

Salmorejo con espuma de ensaladilla rusa



Hoy os traigo un aperitivo muy fresco para el verano, se trata de dos preparaciones muy veraniegas que he juntado en un mismo plato, en este caso vasito.

Este aperitivo fue uno de los que nos ofrecieron en la presentación del libro mAbeS, los Mejores Alimentos y Bebidas de España por Élite Gourmet. Me gustó tanto que no me he podido resistir a prepararlo en casa. Es sencillo de hacer, tan solo necesitas disponer de sifón para hacer la espuma de ensaladilla. Si no dispones de él se me ocurre otra forma de hacerlo, no quedará la espuma tan aérea, pero creo que así puede quedar bien. Se trata de hacer una mayonesa suflada, para ello hacer la ensaladilla normal y triturarla. Posteriormente montar una clara a punto de nieve por cada 100 gr. de mayonesa y mezclarla con la ensaladilla triturada y la mayonesa con movimientos envolventes con cuidado para que se baje lo menos posible.

Para hacer la ensaladilla no os pongo cantidades, tan solo os pongo los ingredientes que yo he utilizado para hacerla. Podéis hacer vuestra ensaladilla favorita. No le añadáis mucho pimiento rojo (yo me ha pasado) porque en lugar de blanca os quedará tirando a naranja y habrá menos contraste con el salmorejo.

Con respecto al salmorejo os pongo la receta para 500 gr de tomate, aunque con eso os sobrará.



Ingredientes:

Para la ensaladilla:
  • Patata cocida.
  • Atún en conserva.
  • Huevo cocido.
  • Espárragos blancos.
  • Pimiento morrón.
  • Aceitunas rellenas de anchoas.
  • Mayonesa.
 Para el salmorejo:
  • 1/2 kg de tomates.
  • 75 gr. de aceite de oliva virgen extra.
  • 70 gr. de miga de pan.
  • 15 gr. de vinagre de frambuesa o cualquier otro.
  • 1 diente de ajo.
  • 1/2 cucharadita de sal.
Cebollino para terminar el aperitivo.


Elaboración:

Para la ensaladilla:

Lavar las patatas y cocerlas en abundante agua con un poquito de sal. Una vez cocida, dejar enfriar un poco para poder pelarlas. Mezclar las patatas picadas con el resto de ingredientes y triturarlas con una batidora potente o un robot de cocina. Si os queda muy espesa, podéis aligerarla con un poquito de agua. Pasar por un colador chino y meter en el sifón. Poner una carga de gas y dejarlo en el frigorífico como mínimo un par de horas. Sacar del frigorífico 15 minutos antes de montar el aperitivo.

Para el salmorejo:

Lavar bien los tomates y quitarles la parte del pedúnculo. Pelar y quitar el germen al ajo y ponerlo junto a los tomates y la sal en el vaso de la batidora, triturar. A continuación añadir el pan y el vinagre y triturar de nuevo a velocidad alta hasta que os quede bien fino.
Poner en la batidora una velocidad media y añadir el aceite a hilo. Pasar por un colador chino y guardar en el frigorífico hasta el momento de preparar el aperitivo.
Montaje del aperitivo:
Llenar un vasito hasta la mitad de salmorejo y poner encima la espuma de ensaladilla rusa. Terminar con cebollino fresco picado.


Nota:

En verano es mejor utilizar mayonesa comprada. Tanto si la quieres hacer en casa como si optas por la versión con sifón utiliza huevo pasterizado.


jueves, 20 de junio de 2013

Postres de rechupete


Siempre es un placer traer a esta sección un libro nuevo, más en este caso que se trata del segundo libro de Alfonso López, más conocido como Rechupete en las redes sociales.

Si hace aproximadamente un año, os traía su primer libro, Comer bien a diario, hoy os traigo uno cuyo título también lo dice todo: Postres de rechupete, 80 recetas para endulzarte la vida.

Se trata de 80 recetas dulces, donde Alfonso las ha organizado en nueve secciones: de toda la vida, galletas y otras masas, bizcochos, pasión por el chocolate, helados y postres fríos, tartas y pasteles, en fechas especiales, postres con queso y mis amigas y sus recetas.

En de toda la vida, encontramos esos postres que nuestras madres han hecho para nosotros en multitud de ocasiones, cabe destacar entre otros, el flan de huevo casero, el arroz con leche o las natillas caseras.

En galletas y otras masas, propuestas como pastelitos de coco, diferentes tipos de galletas, así como un paso a paso para que nos sea fácil hacer unas auténticas filloas. No olvidemos que Alfonso es gallego y eso se nota en su cocina, donde aparecen muchos platos típicos de esa comunidad.


En la sección bizcochos, encontramos numerosas recetas de bizcochos junto a la coca llanda y unas ricas magdalenas de manzana.

No podían faltar postres donde el chocolate sea el protagonista, recogidos en pasión por el chocolate, donde encontramos brownies, coulants, diferentes tipos de tartas, etc.

Los postres más apropiados para esta estación, están recogidos en helados y postres fríos.


Tartas y pasteles, recoge algunas tan sugerentes como la tarta de turrón con almendras y nueces, otra tarta de mango o la receta tradicional de la tarta de Santiago.

No se olvida Alfonso de algunas fechas especiales, que incluyen su correspondiente postre típico; así tenemos postres para carnaval, navidad, semana santa e incluso San Valentín.

Un apartado de postres de queso, con recetas como la de flan de queso casero, quesada, cheesecake, tiramisú y otras donde el queso es el protagonista.

Termina el libro con mis amigas y sus recetas, donde algunas de las blogueras más influyentes del panorama nacional rinden tributo a Rechupete.



En resumen, un libro para endulzarte la vida.


Postres de rechupete. 80 recetas para endulzarte la vida.
Autor: Alfonso López Alonso.
Editorial: Larousse.
ISBN: 978-84-15785-156
Precio: 15 euros.
Páginas: 256.

miércoles, 19 de junio de 2013

Albóndigas de pollo en pepitoria


La pepitoria es una forma que tradicionalmente se ha utilizado para cocinar la gallina. Cada vez me apasiona más esta forma de cocinar la carne.

He dicho carne, porque aunque lo habitual es que la carne sea de gallina, también se suele hacer con otras aves e incluso otros animales. Hace poco probé un conejo así guisado y también me gustó mucho.

La carne de pollo es bastante seca, sobre todo la pechuga, por eso le he añadido un poco de pan de molde remojado en leche, así quedan más jugosas. A la hora de freírlas tampoco las he hecho demasiado y al final lo que he hecho ha sido poner el cocer todo el conjunto a fuego muy bajo.


Ingredientes:
  • 800 gr de carne picada de pechuga pollo.
  • 2 rebanadas de pan de molde sin corteza remojadas en leche.
  • 2 huevos.
  • 50 gr. de almendras tostadas.
  • 50 ml. de vino blanco.
  • 500 ml. de caldo de pollo.
  • 2 dientes de ajo.
  • 2 cebollas.
  • Hebras de azafrán.
  • Harina.
  • Sal.
  • Pimienta recién molida.
  • Una hoja de laurel.
  • Aceite de oliva virgen extra.



Elaboración:

Poner uno de los huevos a cocer.

Mezclar bien la carne de pollo picada con las rebanadas un poco escurridas de la leche, el huevo batido y sal. Humedecerse las manos con agua para que no se nos pegue la carne y hacer las albóndigas dando forma redonda con las dos manos. Pasarlas por harina y freírlas en abundante aceite bien caliente. Dejar escurrir sobre papel de cocina.

Poner una cazuela con un chorrito de aceite y pochar a fuego suave la cebolla cortada en juliana y los ajos pelados pero enteros. Cuando esté la cebolla bien pochada, sacar los dientes de ajo y reservarlos. Añadir una cucharadita de harina a la cazuela y seguir cocinando un minuto más sin dejar de mover para que no se nos queme la harina. Añadir el vino y dejar evaporar hasta que se haya reducido a la mitad.

Mientras hacer un majado en el mortero con la mitad de las almendras, los dientes de ajo, la yema del huevo cocido, un poquito de pimienta recién molida y sal. Añadirlo a la cazuela junto al caldo de pollo, las albóndigas, el resto de las almendras, la hoja de laurel y las hebras de azafrán previamente tostadas un poquito.

Bajar el fuego y dejar al mínimo para que las albóndigas se impregnen del sabor de la pepitoria. Retirar cuando la salsa haya espesado.

Servir con un poco de la clara del huevo cocido picadita y acompañada de una buena ensalada.


sábado, 15 de junio de 2013

Los diez mejores gazpachos para el verano


Tenemos el verano a la vuelta de la esquina. En esta estación es importante comer platos más ligeros, más frescos, así como ingerir más líquido. Por todo ello, que mejor entrante que un gazpacho fresquito.

La definición que ofrece la RAE del gazpacho es la siguiente: "Género de sopa fría que se hace regularmente con pedazos de pan y con aceite, vinagre, sal, ajo, cebolla y otros aditamentos" No pone nada del tomate, sin embargo para algunas personas es imprescindible que lleve este vegetal. Sea como fuere y dejando al margen la controversia que hay sobre los ingredientes que debe llevar el gazpacho, está claro que es una sopa fría a base de vegetales que se suele consumir principalmente en verano.

Como hemos dicho anteriormente, la base son vegetales, aceite y vinagre. Pues bien variando las proporciones y los tipos de vegetales, incorporándole alguna fruta, cambiando el tipo de aceite o el de vinagre, añadiendo pan o no, más o menos agua, e incluso sin añadirle nada de ella; hemos ido haciendo diferentes recetas. Todas ellas están publicadas en el blog, por tanto lo que pretendo con esta entrada es recopilar las que más me gustan, llámense gazpachos, salmorejos, sopas frías o de cualquier otra forma; así como dar una serie de trucos y consejos a la hora de prepararlos.




Hay algunos que podemos hacer en cualquier momento porque los ingredientes que incluyen los podemos encontrar fácilmente durante todo el año. Otros en cambio, están marcados por la estacionalidad de esos ingredientes. No obstante, este plato cuando mejor se degusta es en esta estación del año por la temperatura y porque la mayoría de los vegetales es cuando están en su momento óptimo de consumo.

Dentro del título general de gazpacho, voy a hacer tres distinciones, por un lado el ajoblanco, por otro el salmorejo y finalmente el gazpacho propiamente dicho.

Bajo la denominación de ajoblanco podemos decir que es una sopa fría que no lleva tomate, que la base suele ser almendra y tradicionalmente se acompaña con uva o melón. Bien, nosotros en ocasiones hemos cambiado la almendra por nueces, piñones, chufas, etc. Os recomiendo el Ajoblanco con sorbete de tomate donde tenemos un contraste dulce-salado muy rico y además muy fresco al acompañarlo con el tomate en forma de sorbete.




En este pulpo y langostino sobre ajoblanco, sustituimos el clásico acompañamiento de melón y uva por marisco a la plancha.




Con respecto al salmorejo, comenzamos con el clásico, también llamado cordobés, que suele estar compuesto de tomate, miga de pan, ajo, aceite de oliva virgen, vinagre y sal. Se suele acompañar con huevo cocido y virutas de jamón por encima. Nosotros en la receta clásica mantenemos tanto los ingredientes como la guarnición; sin embargo, solemos hacer dos modificaciones, añadir vinagre de frambuesa y servirlo acompañado del huevo cocido rallado fino y el jamón crujiente. El vinagre de frambuesa le da un toque frutal y el jamón crujiente textura. En la receta os explicamos como lo hacemos.



También muy rico resulta el salmorejo de manzana y el salmorejo de cerezas. En ambos combinamos unos buenos tomates con las correspondientes frutas.


Nos gusta mucho utilizar el salmorejo como base de otros ingredientes, sobre todo pescados y mariscos, por eso acompañamos el salmorejo de remolacha con ventresca de bonito.



Centrándonos en los gazpachos, me gusta mucho el de cerezas



También muy recomendable el gazpacho de frambuesas, el de frutos rojos y el de berberechos. Este último se trata de un gazpacho con sabor a mar, ya que le añadimos el agua resultante de abrir los berberechos.




Trucos y consejos.
  • Los gazpachos gustan frescos y en numerosas ocasiones lo hacemos poco tiempo antes de su consumo, en este caso utilizar agua fría y sustituir parte de ella por cubitos de hielo.
  • Si vas a ofrecer a tus invitados un cóctel, para que se mantenga fresco podemos poner hielo, pero esto hará que el gazpacho quede aguado. Para remediarlo, es muy útil hacer unos cubitos de hielo del propio gazpacho. Mantendrá frío el gazpacho y evitará que se agüe.
  • También podemos hacer cubitos de hielo con fruta dentro, lo que cambiará la estética del plato. Para ello tener precaución de añadir menos agua de la habitual al gazpacho.
    • Podemos tener diferentes matices también dependiendo de la variedad del aceite que pongamos. Para mí es imprescindible que éste sea virgen extra.

    • Para atenuar el sabor a ajo, poner poquito y quitar el germen interior.
      • El pan se utiliza para dar textura, pero lo podemos eliminar. En este caso, emulsionar bien los ingredientes y añadir menos agua o nada de ella.
      • Un truco que he visto utilizar a algunos cocineros ha sido el de añadir una cucharada de mayonesa, lo que le dará cremosidad.
      • Pásalo siempre por un colador chino para quitar posibles restos de piel y semillas.
      • Si añades fruta, echa la cantidad justa para obtener ese toque de sabor a ella sin que predomine sobre el tomate.
      • Resulta ideal como aperitivo, para ello ponerlo en vasitos pequeños.



        Si quieres conocer algunos más de nuestros gazpachos, puedes visitar en nuestro blog la etiqueta de gazpachos.

        miércoles, 5 de junio de 2013

        Salmón en escabeche suave



        Soy un gran aficionado a los escabeches. Si sigues mi blog, no hace falta que te lo diga, porque son muchas las recetas tanto de carne como de pescado que aparecen en él cocinadas de esta manera.


        A la hora de degustar un escabeche no me gusta que esté demasiado fuerte de vinagre. Evidentemente el vinagre es un ingrediente primordial, pero si lo dejamos muy fuerte corremos el riesgo de enmascarar el resto de ingredientes, incluido el pescado o la carne en cuestión. Por esta razón suelo utilizar vinagres no muy fuertes o no poner demasiada cantidad.

        La receta de salmón en escabeche que traemos hoy está basada en unas ostras en escabeche suave que hizo Pedro Quian, chef del Café de Oriente, durante un curso de ESAH.

        Me encuentro con numerosas personas que me dicen que no les gusta el salmón o que les resulta muy pesado; siempre les digo lo mismo: "pruébalo cocinado al vapor". A partir de hoy también les recomendaré esta otra forma de tomarlo, ya que así cocinado tampoco tiene ese sabor fuerte que suele tener cuando lo cocinamos a la plancha.

        Además los escabeches son muy versátiles, ya que los podemos tomar solos o acompañando a otro tipos de preparaciones, como por ejemplo una ensalada; fríos o templados... por tanto, tenéis un sinfín de posibilidades que os aconsejo explorar.

        Un último consejo, el salmón debe quedar jugoso, para ello os recomiendo que no lo cocinéis mucho, será suficiente con que una vez que el escabeche comience a dar el primer hervor, incorporéis el salmón y apaguéis el fuego. Con el calor residual será suficiente para dejar el pescado en su punto óptimo. Aquí os dejo una foto para que podáis apreciar el color que presentaba por dentro. Eso sí, será conveniente que antes de cocinarlo, lo hayamos tenido congelado durante 48 horas para evitar contagio por anisakis.


        Ingredientes:
        • 500 gr de salmón de la parte del lomo.
        • 100 ml. de vinagre de manzana.
        • 100 ml. de vino blanco.
        • 200 ml. de aceite de oliva virgen extra.
        • 1 cebolleta.
        • 1 cebolla morada no muy grande.
        • 2 dientes de ajo.
        • 1 cucharadita de pimienta verde.
        • 3 clavos de olor.
        • Sal.

        Elaboración:

        Congelar previamente el salmón durante 48 horas. Dejar descongelar la noche de antes en el frigorífico.

        Quitar la piel y la parte oscura de debajo de ella, así como alguna espina que pueda tener. Cortar el tacos de aproximadamente 1,5 centímetros. Reservar.

        Pelar y cortar la cebolla y la cebolleta en juliana fina. Pelar los dientes de ajo, dejarlos enteros pero machacados.

        Poner un chorrito de aceite y saltear la cebolla, la cebolleta y los ajos. Añadir la pimienta verde y pochar unos minutos junto a la cebolla y el ajo.


        Incorporar el vinagre y el vino y dejar hervir unos minutos.

        Apartar del fuego, echar el aceite, un poquito de sal y los clavos. Volver a poner al fuego. En el momento que comience a hervir, incorporar el salmón y apagar el fuego. Dejar apartado de fuego hasta que se enfríe.



        Conservar en el frigorífico hasta el día siguiente. Unos minutos antes de su consumo, sacar del frigorífico y dejar que se atempere.

        Lo podéis conservar durante varios días dentro del escabeche, pero siempre en el frigorífico.

        El escabeche lo podéis utilizar para aliñar una ensalada.

        lunes, 3 de junio de 2013

        Morcilla villaroy sobre salsa de piquillo


        Hace unos días vi en el blog de Graci, Pinchos y Canapés, que organizaba junto a Embutidos Ríos y con la colaboración del Hotel Grupo Don Pablo, un concurso de aperitivos donde uno de sus ingredientes debe ser la morcilla de Burgos Ríos.

        Enseguida tuve clara mi participación, ya que es un producto que suelo consumir y que aunque tal cuál viene, tan solo pasado por la sartén está muy bueno, a mí siempre me gusta prepararlo añadiendo algo más.

        Pensando que hacer, y puesto que tenía en el frigorífico una cajita de delicias de morcilla Ríos, me decidí por esta receta de morcilla villaroy, que para darle un toque de sabor y color presento sobre una salsa de piquillo.

        Como truco, para que saliesen lo más redonda posible, me he ayudado de los envases donde vienen los huevos. Los he forrado con film, he puesto una primera capa de bechamel, después una morcillita y termino con otra capa de bechamel.



        Ingredientes:

        • 1 cajita de delicias de morcilla de Burgos Ríos.
        • 50 gr. de mantequilla.
        • 150 gr. de harina.
        • 800 gr. de leche.
        • Aceite de oliva virgen extra.
        • Sal.
        • 8 pimientos del piquillo asado.
        • 1 diente de ajo.
        • 1 cucharada de azúcar.
        • Un poco más de harina para rebozar.
        • Pan rallado.
        • 3 huevos.


        Elaboración:

        Untar una sartén con aceite de oliva y cocinar durante unos minutos las delicias a fuego suave. Sacarlas y dejarlas enfriar sobre papel de cocina para que se absorba el exceso de grasa.

        Poner en una sartén la mantequilla y una cucharada de aceite de oliva. Incorporar la harina seguir cocinando a fuego suave un par de minutos con cuidado que no se nos queme.

        Incorporar la leche, un poquito de sal y mover continuamente con una cuchara de madera para que se disuelva bien la harina y no queden grumos. Cuando comience a hervir y a espesar apagar el fuego

        Forrar el molde que vayamos a usar con film. Poner sobre él un poco de bechamel, a continuación una delicia de morcilla y terminar con un poco más de bechamel hasta que la morcilla quede cubierta. Dejar enfriar.

        Una vez fría la bechamel, con las manos un poco húmedas, vamos dando forma redonda, pasamos por harina, huevo batido y pan rallado. Cuando terminemos con todas, volvemos a pasar una segunda vez por huevo y pan rallado.


        Para hacer la salsa de pimientos, laminamos el diente de ajo y lo ponemos junto a una cucharada de aceite de oliva en una sartén, Cuando adquiera color, añadimos los pimientos y hacemos a fuego lento unos minutos. Añadimos el azúcar y seguimos cocinando unos 5 minutos más. Apartamos del fuego y trituramos todo con la batidora. Si queda muy espesor, podéis aligerar la salsa con un poquito de agua o líquido de conservación de los pimientos. Colar por el chino para que nos quede una salsa fina.


        Freír las bolas de morcilla en abundante aceite de oliva muy caliente. Cuando estén doradas, dejar escurrir el exceso de aceite sobre papel de cocina.

        Servirlas sobre la salsa de piquillos confitados.



        También podemos presentarlas con la salsa de piquillos por encima.