Después de la receta de la torrija caramelizada, vamos hoy con la torrija clásica. En esta receta podíamos haber utilizado cualquier pan especial para torrija e incluso el de brioche. Al final hemos utilizado pan de barra del día anterior. Deberíamos haber puesto esta receta a principio de las vacaciones, pero no ha sido posible, así que como se suele decir, más vale tarde que nunca. De todas formas, como os dije en la receta anterior, no hay que esperar a estas fechas para hacerlas, ya que se pueden convertir en un postre riquísimo en cualquier época del año, bien solas o acompañadas con unas natillas clarita, chocolate, helado, etc.
- 1 litro de leche.
- 8 cucharadas soperas de azúcar
- 1 palo de canela.
- La piel de un limón.
- La piel de una naranja
- Harina
- 2 huevos.
- Aceite de oliva virgen extra.
Un poco más de azúcar mezclada con una cucharadita de canela molida para espolvorearlas cuando las saquemos del aceite.
Elaboración:
Hervimos la leche con el azúcar, el palo de canela y las pieles de los cítricos. Cuando ya esté aromatizada, la dejamos enfriar.
Mientras se enfría cortamos el pan en rodajas de aproximadamente un centímetro o centímetro y medio e introducimos en la leche fría hasta que se empape bien.
Cuando esté el pan bien empapado, pasamos por harina, después por el huevo batido y freímos en abundante aceite caliente.
Cuando estén doraditas, sacamos, dejamos escurrir un poco sobre papel de cocina para quitar el exceso de aceite.
Antes que se enfríen del todo, las rebozamos con la mezcla de azúcar y canela molida y listas para degustar.
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