Crema bicolor

Las cremas de verduras son un entrante fácil de hacer, muy socorridas cuando tienes invitados porque las puedes tener hechas con antelación y lo mejor de todo, nutritivas y ligeras.

Son ideales para cualquier temporada, ya que podemos presentarlas caliente en invierno o frías para el verano.
Realmente, se trata casi de una crema de puerros a la que le añadimos remolacha cocida. No debe quedar muy líquida porque si no se mezclarán las dos cremas y perderemos ese efecto de dos colores.-

Resulta ideal como primer plato, o también en menor cantidad la podemos servir en forma de chupito en una cena en la terraza o jardín con amigos ahora que llega el buen tiempo.

Ingredientes (para 4 personas o varios chupitos)

260 gr de puerro
1 cebolla.
275 gr de patata
180 gr de remolacha cocida
50 gr de aceite de oliva virgen extra.
1/2 litro de agua
200 gr de leche
1 cucharadita de sal.

Elaboración:

Ponemos en el vaso de la Thermomix el puerro, la cebolla, el aceite y accionamos unos segundos a velocidad 5 para picar las verduras. Bajamos con la espátula los restos que hayan quedado en las paredes y programamos 12 minutos, temperatura varoma, velocidad 1.

Incorporamos la patata troceada, el agua y la sal y programamos 20 minutos, 100º, velocidad 1.

Cuando termine, añadimos la leche, no añadáis toda, si queda muy espeso la podemos añadir luego, y la pasamos 1 minuto a velocidad progresiva 7-10. Tiene que quedar una crema fina, si no es así pasarla más o colar con un chino. Reservamos un poco de esta crema para el color blanco.

Al resto de la crema le añadimos la remolacha cocida y trituramos 1 minuto a velocidad progresiva 7-10.

Podemos servir toda la crema caliente, toda fría o como en este caso, una de ellas fría y la otra caliente, lo que en su conjunto nos quedará templada. Dependerá de la temporada en la que la hagamos y el gusto de cada uno.

Para la presentación, pondremos primero la crema de remolacha caliente y encima con cuidado para que no se mezcle mucho, la de puerro fría. Podemos decorar con trocitos de jamón o beicon, puerro frito, o unas gotas de aceite.